El Regimiento "Príncipe" número 3, con base en el acuartelamiento "Cabo Noval" de La Belga (Siero), continúa en alerta como núcleo del batallón "Spearhead" ("Punta de lanza") de la OTAN, aunque a partir del 1 de enero reducirá su disponibilidad, que hasta ahora era máxima, ya que podía desplegar en cualquier zona en el plazo de dos días. En 2017, el margen de despliegue aumenta a una semana, y la unidad actuará como apoyo. Pasado 2017, el "Príncipe" estará disponible para nuevas misiones internacionales. "Podemos salir al exterior en 2018", aseguró ayer el coronel jefe del regimiento, Raimundo Rodríguez Roca, tras la parada militar celebrada a mediodía con motivo de la festividad de la Inmaculada, patrona de la Infantería.

Líbano, Malí o Irak son algunos de los escenarios que pueden asignársele al "Príncipe" a partir de 2018. Sería su decimoquinta misión internacional en el último cuarto de siglo. El regimiento con base en Siero ha estado en Irak, Afganistán, Bosnia o Líbano en momentos de gran tensión y en ocasiones bajo fuego enemigo.

Rodríguez Roca indicó que, a lo largo de 2017 o 2018, espera que se facilite al regimiento un contingente de vehículos BMR (Blindado Medio sobre Ruedas), un medio transitorio hasta que lleguen los nuevos VCR (Vehículo de Combate sobre Ruedas) 8x8, que se están desarrollando. No obstante, según indicó el coronel, estos últimos no llegarán hasta la próxima década.

Pero la de ayer era una jornada de celebración, destinada a resaltar las virtudes de la infantería, y que contó con una presidencia de lujo, la del general de división Miguel Martín Bernardi, jefe de las Fuerzas Ligeras, que incluyen tres brigadas, entre ellas la Galicia VII, a la que pertenece el regimiento asturiano.

En la parada militar, a la que asistieron cientos de personas -más que otros años, por el buen tiempo-, participaron los dos batallones del regimiento, el "Toledo" y el "San Quintín". A lo largo de una hora y media se fueron sucediendo los diferentes jalones de la parada: la incorporación de las diferentes unidades y de la bandera al patio de armas, los honores y la revista de la fuerza -al mando del teniente coronel Jorge García de Castro-, el recuerdo del Milagro de Empel, en 1585, origen de la devoción del infante español por la Inmaculada, la imposición de condecoraciones, el acto a los caídos o los himnos del regimiento y la infantería.

El coronel Rodríguez Roca cantó las virtudes del infante español, con la ayuda de Camilo José Cela y su admiración por el soldado que se hace amo del mundo "a pie y sin dinero", Calderón y su loa a los "hombres entregados y disciplinados" de los Tercios o Cervantes y su apología de las armas que traen la paz a casa. Tras enumerar los logros del regimiento, como su incorporación a la brigada "punta de lanza" de la OTAN o su misión de seguridad cooperativa contra el yihadismo en Senegal, Rodríguez Roca homenajeó a las familias, que sufren las largas ausencias de los soldados y son su mayor apoyo.