Asturias perdió ayer a uno de los principales baluartes de la infancia, el gijonés Ángel Naval Balbín, expresidente del comité autonómico de Unicef que trabajó sin descanso, durante quince años de dedicación voluntaria y compromiso con la organización, como recordaban ayer sus compañeros. Naval fue relevado en el cargo en febrero pasado pero continuaba siendo miembro del comité de Unicef Asturias tras haber formado parte también de la organización nacional como patrono.

Naval era licenciado en Ciencias Geológicas por la Universidad de Oviedo con una maestría en Ingeniería Geológica por la Complutense de Madrid. Desarrolló su carrera profesional durante 38 años en la Real Compañía Asturiana de Minería, Duro Felguera y Grupo Babcock Wilcox Española (Ingemas). En Unicef, primero como voluntario y después ya como presidente visitó los proyectos de desarrollo en Nepal, Honduras, Níger, Marruecos y Angola, entre otros, donde pudo conocer de primera mano cómo se desarrollaba el trabajo de la organización y los resultados que obtenían de ello.

Tuvo el honor de vivir, además, en primera persona, el premio "Príncipe de Asturias" de la Concordia 2006 a la organización que representa y acompañó a sus líderes internacionales durante la entrega del galardón en Oviedo. Naval era natural de Gijón, estaba casado con María del Pilar Mairlot Sanz, que le dio dos hijos, Borja y Cristina, quienes a su vez les hicieron abuelos de tres nietos. Sus allegados, compañeros en Unicef y otras organizaciones del tercer sector lloraron ayer su pérdida en el tanatorio Los Arenales de Oviedo, donde permanece instalado el velatorio. El funeral por su eterno descanso se celebra hoy, sábado, a la una de la tarde, en la iglesia parroquial de Santa María de La Fresneda (Siero), localidad en la que residía la familia.

El propio Naval manifestaba hace un tiempo a través de las páginas de este diario su satisfacción por haber podido contribuir como presidente del comité autonómico de Unicef "al cambio" en lo que se refiere a los derechos de los niños. El presidente de Mensajeros de la Paz, el Padre Ángel García, recordaba ayer desde Madrid el voluntarismo que guiaba a Naval en todas las acciones que emprendía. "Hubo una gran colaboración entre Unicef y Mensajeros de la Paz, se unía en todas las causas; era una bellísima persona", recordaba el sacerdote antes de un oficio religioso en la parroquia de San Antón donde , anunció, "se rezará por él".

"Ha sido un gran defensor de los derechos de los niños y niñas y en todo este tiempo ha destacado su compromiso y dedicación para conseguir mejorar la situación de los más vulnerables en cualquier parte del mundo", subrayaban ayer desde el comité de Unicef en Asturias. "Queremos mostrar nuestro máximo agradecimiento y a sus 15 años de dedicación a Unicef", continuaron en su recuerdo a quien ha sido uno de los referentes en las políticas de infancia en Asturias. En vida, Ángel Naval aseguró haber dedicado a Unicef el mismo esfuerzo y compromiso que a las empresas donde había trabajado a lo largo de su carrera profesional.