El Gobierno del Principado reaccionó ayer contra la "insólita teoría de la rebeldía" que sostienen sobre todo PP y Podemos cuando responsabilizan al Ejecutivo del "atasco" legislativo que mantiene en la Junta 34 proyectos o proposiciones de ley en diferentes fases de tramitación. Culparles "es un infundio, el mundo al revés", aduce el consejero de la Presidencia y portavoz, Guillermo Martínez, que acude a la certeza de que son los grupos quienes "ordenan libremente" el trabajo de la cámara y a la sensación de que el Gobierno no podría influir aunque quisiera, toda vez que el grupo socialista lo sostiene con catorce diputados, lejos de la mayoría que necesitaría para determinar la organización del parlamento.

Si trata de apuntalar su tesis con números, Martínez hace recuento de una legislatura en la que ve "elocuentes" las 3.201 iniciativas que el Gobierno ha respondido por escrito, las 915 intervenciones orales en plenos y comisiones, las 83 preguntas al Presidente contestadas y el ejercicio de la potestad legislativa con quince proyectos de ley pendientes de aprobación y entra en el ya habitual intercambio de golpes con Podemos diciendo que "hay grupos que reducen su participación en la Junta al postureo y la teatralización política". Para la formación morada, persevera, "la cámara no es más que un teatrillo, sólo les interesa por lo que les procure en términos de imágenes, fotos y titulares".

Con respecto al retraso específico que acumula un proyecto legislativo particularmente trascendente, el que ha de ordenar la inversión adicional al presupuesto de 23 millones de euros como consecuencia de la elevación de los objetivos de déficit, el Consejero aduce que "el Gobierno hizo los deberes presentando la ley nada más abrir el periodo de sesiones". A continuación, según su relato, el grupo socialista formalizó una propuesta para adelantar el inicio de las comparecencias, previsto para el 20 de marzo, pero encalló por falta de fechas disponibles.