Estaba leyéndolo y no acababa de creerlo. Me parecía inaudito que Isabel Pantoja, Sergio Dalma, Chenoa, Soraya, Tamara y Nacho Cano fueran los elegidos para poner letra y música al Día de Asturias. No estoy seguro, pero creo que grité algún improperio y pedí con todas mis fuerzas que la Virgen de Covadonga, como ya ocurriera en tiempos de Pelayo, viniera en nuestro auxilio y nos librara de la folclórica, y de todos esos cantantes, aunque solo fuera por razones humanitarias.

Debía estar bastante alterado porque mis amigos trataron de tranquilizarme con palabras de ánimo y palmadas en la espalda. Déjalo, no te preocupes, allá ellos. Pero si me preocupo. Y me avergüenzo. No puedo evitarlo. Se me cae la cara de vergüenza viendo lo que están haciendo con el Día de Asturias.

No hay derecho, los asturianos no merecemos esto. Para mi es maltrato y discriminación de género que nuestras señas de identidad y nuestra cultura sean ninguneadas en favor de la copla, la bata de cola y la peineta. Poner a la Pantoja como santo y seña del Día de Asturias es como si anunciaran que en la Maestranza de Sevilla El Juli y Pedro Tomas demostrarán todo su arte, y el valor que atesoran, toreando seis bravos rinocerontes de la afamada ganadería del presidente de Gambia. Semejante despropósito no sé yo si no se quedara corto en relación con ese programa que anuncian para Ribadesella.

Pero es que hay más. Al despropósito y la ordinariez de los festejos hay que sumar lo que cuestan. Solamente La Pantoja cuesta 83.000 euros. Y más les digo, 83.000 euros del erario para una persona que figura entre los procesados por el caso Malaya, está imputada por un posible delito de corrupción y blanqueo de capitales, y para quien la Fiscalía solicita tres años y medio de cárcel así como una multa de 3.680.000 euros.

Claro que respeto la ley, faltaría más. Prueba de ello es que no estoy pidiendo que a una persona, por el hecho de estar imputada le pongan una soga al cuello y la cuelguen del árbol más alto. Pero de eso a darle 83.000 euros y ponerla en un escenario? ¡Es que canta muy bien!, dijo un machaca de no recuerdo qué cargo. Cómo no va a cantar. Estará loca de contenta. Por ese precio cantaría hasta Julián Muñoz. Qué no sé yo como no se les habrá ocurrido incluirlo en el festejo.

Anda que lo de Los Morancos como pregoneros de San Mateo también tiene su mérito, remachó alguien en un intento por lograr el empate a tonterías y estupideces. No lo discuto, pero ese es otro cantar. En lo que estamos es en lo de la folclórica y esa nómina de cantantes que nos saldrán por un ojo de la cara. Bueno, y también en la desfachatez con la que sonríen quienes han perpetrado semejante atropello. Que, de todo, es lo que peor llevo pues me indigna que nos tomen por tontos y se froten las manos pensando que los aplausos a la Pantoja serán, por añadidura, para ellos mismos. Y seguramente que habrá aplausos pero a mi me sonarán a bofetadas contra el buen gusto, la decencia y una fiesta que, más que al Día de Asturias, han logrado que se parezca a una romería de Murcia.