Luanco, Mónica G. SALAS

El «Titanic», famoso por su trágico hundimiento, lleva camino de ser el mejor aliado del Museo Marítimo de Asturias en su lucha por mantenerse a flote. «El 99 por ciento de los visitantes que hemos tenido estos meses indican que su exposición favorita es la dedicada al famoso transatlántico», manifiestan responsables del centro luanquín. Desde que se inaugurara el 1 de mayo, el número de visitas al museo no ha parado de crecer, un buen apoyo para un centro que intenta superar la mala situación económica por la que está pasando. «La exposición no puede ir mejor», explica Pilar Carrasco, trabajadora del museo. «Los martes la entrada es gratuita, excepto para ver la parte del "Titanic" y aún así la gente decide pagar», añade. El número de visitas durante julio superó la cifra de 600 al día y prevén que aumente en agosto, ya que siempre es el mes más fuerte.

Aunque en muchos otros museos marítimos este año también se rinde homenaje al «Titanic» con motivo del centenario de su hundimiento, el de Asturias quiso ofrecer a su público una exposición diferente. «Como no teníamos presupuesto suficiente para comprar objetos de verdad, decidimos fabricarlos nosotros y darle un enfoque más educativo», asegura Carrasco. Desde la cubierta del barco que acoge la colección hasta maquetas del iceberg y del transatlántico, todo ha sido creado en el taller del museo. Un gran esfuerzo que «está siendo valorado por los turistas», según Pilar Carrasco. A diferencia del resto de exposiciones, con la del «Titanic» han conseguido que tanto jóvenes como adultos se interesen por el tema, ya que «gusta a todo el mundo», manifiesta Carrasco.

Aparte de las colecciones, durante los meses de julio y agosto se organizan talleres infantiles todos los miércoles y viernes de seis a siete de la tarde en los que los más pequeños pueden hacer peces de madera y barcos. Además, cada quince días se cuelga una nueva colección de pintura. Hasta el 15 de agosto estarán las acuarelas de Carlos Álvarez- Hevia. Como novedad, en el taller ya toma forma una pequeña muestra de juguetes de «Playmobil» relacionados con el medio marino que la propia empresa ha regalado al museo.