Teresa CEMBRANOS

El apretado presupuesto festivo no va a ser óbice para que los avilesinos disfruten esta medianoche de un espectáculo pirotécnico digno. Así, si la concejala de Festejos, Ana Hevia, afirmaba hace unos días que los fuegos artificiales iban a ser más cortos que otros años, ayer su responsable, Alfonso Morís, anunció que iba a haber una propina. Se pasará de los 15 minutos de luz, sonido y fuego contratados a los más de 20 minutos gracias al «regalo» de Morís. «Yo a Avilés tengo mucho que agradecerle y por eso, ahora que la cosa está más ajustada, he decidido que el disparo siga la misma línea que el año pasado, no menos, y con números reforzados», explicó el pirotécnico.

Eso sí, advirtió de que los espectadores se van a quedar sin disfrutar de una gran traca final. «Sacrifiqué un final estruendoso en beneficio del resto del espectáculo», añadió. Los fuegos, que se lanzarán desde la margen derecha de la ría y no desde el Centro Niemeyer, tendrán de «un poquito de todo». Así, habrá palmeras, anillos, pedanías, fuegos acuáticos y carcasas exclusivas hechas por el propio Morís. «Será un disparo cocinado con muchos detalles; algunos de ellos no se han visto en otros sitios», destacó.