Surtió de agua a los avilesinos desde las últimas décadas del siglo XVI y aún hoy continúa manando pese a que su cuerpo monumental es pasto de la maleza, de las pintadas y de la dejadez. Para la fuente de Valparaíso, a pocos metros de la parroquia de Miranda y a solo unos pasos de la rotonda de Buenavista, sólo miran historiadores, los vecinos y el párroco de Miranda, José Manuel Feito. Desde hace años, sino décadas, éstos claman por la restauración de la fuente centenaria, hoy casi amenazada de derrumbe. Sus defensores acaban de emprender una nueva iniciativa en defensa de la recuperación del manantial mediante una campaña de recogida de firmas a través de internet en la plataforma Avaaz. Han superado las cien rúbricas y ahora van en busca de las doscientas.

La mirandina Carmen Fernández es una de las impulsoras de la campaña. «No podemos permitir que la Fuente de Valparaíso quede en el olvido. Nos tememos que la Administración no la rehabilita y está esperando a que se venga abajo por culpa del ladrillo. Hay un plan urbanístico -el de Gaxín- con el que se pretenden construir 600 viviendas en la zona. Ya se cargaron parte de la fuente cuando construyeron la variante», explica.

La primera canalización de la fuente de Valparaíso data de 1570. Se hizo entonces a través de tubos de barro supuestamente fabricados en los alfares de Miranda. La traída se llevó hasta el centro de Avilés, entonces amurallada. Mediante una especie de acueducto subterráneo, el líquido llegó desde Valparaíso hasta los caños de San Francisco en 1595 por Galiana. De San Francisco el agua seguía su curso por la plaza del Ayuntamiento y la Ferrería hasta la conocida como fuente de San Nicolás, en su día ubicada en las inmediaciones de la plaza de Carlos Lobo y actualmente inexistente.

Los mirandinos temen que su apreciado manantial acabe en añicos, como ya ocurrió con la Truébano, la de los Calvos o la de la Cuesta de los Heros. Carmen Fernández urge su recuperación antes de que sea demasiado tarde: «Todos los lavadores del entorno se rehabilitaron a través de las escuelas taller, pero esta fuente histórica la dejan caer. Recuperaron el lavadero de González Abarca, el de los Telares, el de Miranda, pero esta fuente del siglo XVI, que es un lujo asiático, lo están dejando desaparecer», añadió la mirandina.

Los impulsores de la campaña «Por la no desaparición del manantial de Valparaíso de Avilés» presentarán las rúbricas en el Ayuntamiento el próximo 22 de marzo, Día mundial del agua. Su lucha está tan viva como la fuente centenaria, según Fernández: «Valparaíso sigue manando cada día. Se resiste a desaparecer».