Tres ancianas del barrio de Las Carbayedas, en Valliniello, tuvieron que ser desalojadas a las dos menos cuarto de la tarde, cuando las llamas de un incendio presumiblemente intencionado se acercaba a sus viviendas, «Deben estar preparadas por si la situación se complica, no sabemos hacia dónde va a ir el fuego. Recojan sus cosas y no tengan miedo, esta es una medida de precaución», les fue aconsejando el inspector Vega, de la Policía Local de Avilés. Tras horas de lucha contra las llamas, Bomberos y agentes de la Policía Local lograron extinguirlas con la ayuda de los vecinos.

El fuego -con dos focos bien diferenciados y distantes entre sí- asoló alrededor de cuatro hectáreas de terreno a falta de una medición exacta del terreno afectado. Loli Ripoll, Eladia Diego García y su hermana Amada, esta última de visita en Valliniello, fueron finalmente evacuadas para evitar una intoxicación por humo hasta el patio del centro Fernández Carbayeda por un coche patrulla. Las tres recibieron el apoyo de María Luz García, hija de conserje que vive en el colegio. El fuego se desató a pocos pasos del centro educativo, pero no causó daños materiales.

«Estamos muy nerviosas porque todo fue muy rápido y nos pilló comiendo», sentenció una de las afectadas. Mientras las ancianas recuperaban la calma ya a salvo de las llamas, tres bomberos del parque de Avilés -los otros dos que completaban el turno de guardia estaban sofocando otro fuego en Corvera- se afanaban por controlar las llamas de varios metros de altura, al vaivén del viento. Tres vecinos de Valliniello así como el inspector Vega y el agente Pablo Díaz colaboraron con los profesionales de Avilés tirando de manguera en el monte hasta que llegaron refuerzos de Pravia y La Morgal a la zona afectada.

En total, diez bomberos -participó también un helicóptero de Bomberos de Asturias- intervinieron en la finca antaño bautizada como la de los Lobos por una familia que residía en las inmediaciones. El fuego afectó, según estimaciones, a una hectárea de pastizal, dos de eucaliptal y una de matorral. La Policía Local señalaba en el lugar de los hechos que se trataba de un incendio provocado de forma intencionada al contar con dos focos, si bien los agentes investigarán la posible autoría del fuego. Parte del terreno afectado (pastizal) en las inmediaciones del colegio es de propiedad municipal. En los últimos días y ayer mismo también, según los vecinos, un grupo de operarios realizó tareas de limpieza y desbroce. La tardanza de refuerzos de Bomberos de Asturias puso nerviosos a algunos vecinos que colaboraron en la extinción de las llamas ante el rápido avance del fuego. Advertían de la proximidad de las viviendas evacuadas -quedaron a cinco metros de las llamas- y del tendido eléctrico. El fuego se dio por controlado pasadas las cuatro y media de la tarde.

«Tenemos el estómago destrozado por los nervios», dicen las vecinas

«En este barrio viven personas mayores y algunos niños, como para no ayudar», sentenció ayer Óscar Suárez, un vecino de Valliniello que al igual que su colega Iván Fernández no dudó en meterse en la «boca del lobo» y echar un cable a los Bomberos de Asturias en la extinción del incendio. Ataviados con chalecos reflectantes, los dos jóvenes participaron durante dos horas en las tareas de extinción. A ellos se les unió José Manuel Gutiérrez, un veterano de la zona y el joven Olayu Alonso, de 20 años, que con un hacha se abrió paso entre los matorrales para que los profesionales pudieran detener el fuego en el momento en que las llamas amenazaban las viviendas de Las Carbayedas.

Alonso además de ayudar a los Bomberos de Asturias quedó en el barrio con una misión: socorrer a los animales en caso de necesidad. Así, pues, el joven, al que el incendio le pilló durmiendo, tenía a su cargo vacas, pitas y un perro, «Roque». Informó además de los posibles caminos de salida hacia la parte baja de Valliniello, por donde decidió marchar por su propio pie y antes de sufrir las consecuencias del humo Maruja Fernández Díaz, otra mujer mayor. «De casa no llevo nada, lo único que vale es la escritura», dijo la mujer que se echaba las manos a la cabeza al ver que las llamas avanzaban sin tregua hacia las viviendas y la parte de atrás del colegio Fernández Carbayeda.

La ayuda del helicóptero a partir de las tres de la tarde frenó, eso sí, el avance del fuego hacia Zeluán, al otro lado de la zona afectada por las llamas. La Policía Local, entre tanto, vigilaba el entorno para evitar males mayores. En el suceso intervinieron también agentes de la Guardia Civil. Una vez controlado el fuego, los Bomberos de Asturias quedaron en la zona para prevenir la reactivación del fuego. «El eucalipto arde muy fácil y el terreno está muy caliente», señalaron. La Policía será la encargada de dilucidar ahora si el incendio que puso en jaque a los vecinos de Valliniello fue intencionado. En la zona afectada, los agentes lo daban casi por seguro. Los vecinos, a su vez, regresaron a sus casas según fue avanzando la tarde. Loli Ripoll, Eladia y Amada Diego García intentaban digerir lo ocurrido. «Tenemos el estómago destrozado por los nervios», confesaron ya sin la luz de las llamas a la puerta de sus casas en Las Carbayedas pero con el susto aún humeando en el cuerpo.