El equipo de gobierno, en manos del PP, ha encargado un estudio para ejecutar la rehabilitación integral del edificio que albergaba las antiguas escuelas de Podes, actualmente utilizadas por los vecinos. En un principio, el Ayuntamiento pensaba reparar tan sólo la techumbre, pero definitivamente ha optado por adecentar también las ventanas y realizar labores de pintura y la mejora de los accesos al inmueble. Tras la reforma de este edificio de 101 años de historia, el Ayuntamiento quiere albergar en su interior una colección de más de cinco mil libros donados hace ya un lustro por el hijo adoptivo de la parroquia, Ramón Álvarez Viña.

"Calculamos que la actuación puede llegar a costar unos 180.000 euros y queremos financiarlo con los fondos europeos 'Leader'", aseguró el concejal de Obras, José María Granda, que reconoce que la actuación "no se ejecutará de un día para otro". Prevé comenzar con proyecto a finales del presente año. "Nos queda mucha obra por delante, pero el edificio la necesita", recalcó el concejal de Obras.

Recientemente, la asociación de vecinos "La Fila" de San Martín de Podes consiguió que este edificio esté catalogado como inventario de Bien de interés cultural (BIC), un grado menor de protección que los BIC como el grado de protección que recibe la iglesia de Santa María de Luanco. La asociación no cejará en su empeño hasta conseguir esa catalogación aunque antes de presentar la documentación requerida para ser BIC como son más datos técnicos y planos del edificio, lo más urgente para los vecinos es la mejora del edificio.

Hace dos semanas, Daniel Fernández, presidente de la entidad vecinal, recordó las deficiencias que presenta el centenario edificio: goteras, humedades en la fachada y defectos en los accesos al edificio desde la carretera general que va desde Avilés al cabo Peñas. Una de las principales demandas de este colectivo es la puesta en funcionamiento de la esperada biblioteca con la colección de libros de Álvarez Viña.

Este edificio fue donado en 1914 por su propietario Celestino Álvarez: desde entonces funcionó como escuela rural hasta que fue clausurada hace tres años. Desde esa fecha, el edificio se mantiene vivo con el desarrollo de actividades lúdicas y educativas para los vecinos de la parroquia.