Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Candás y la Bretaña francesa comparten ideas musicales, como casi todas las regiones del llamado Arco Atlántico, pero entre ellas también existen pequeñas diferencias que, no obstante, van desapareciendo gracias a charlas como la que ayer impartió el músico bretón Stephane Riou en Candás sobre la música bretona. Donde este experto encuentra más diferencias es en las danzas de su lugar de origen y las que se desarrollan, con menos frecuencia, en el norte de España. O eso pensaba, porque en su encuentro candasín con los gaiteros de la banda local ha podido conocer una de las más largas tradiciones de la villa, que tiene muchas similitudes con los bailes tradicionales bretones: la danza prima.

«La danza prima candasina es en realidad muy parecida a la danza bretona, no sólo en los movimientos, sino también en su carácter popular», explica el responsable de la Banda de Gaitas de Candás, Velu Muñiz, que acompaña a Riou en su estancia asturiana. «En Bretaña todo el mundo sabe bailar, son pasos muy sencillos y es una costumbre muy arraigada, que sucede muy a menudo, casi a diario», añade el músico bretón. De hecho, una de las claves que explicó a los asistentes a la conferencia sobre música bretona que se celebró ayer en el salón de actos del centro polivalente La Baragaña es el arraigo de la costumbre de ponerse a bailar «como un acto social cotidiano».

Eso es así también en Candás, explica Muñiz. La danza prima candasina tiene lugar en numerosas celebraciones locales, como San Antonio, San Félix o el Cristo, e incluso se desarrolla en ocasiones de forma espontánea. Una de las similitudes entre los bailes de Candás y Bretaña es la disposición en corro que adopta la gente al danzar. La diferencia está en los pasos, y ayer Riou explicó por medio de la práctica buena parte de ellos a los asistentes a la conferencia.

En cuanto a la música, el francés no advierte grandes diferencias. «Tenemos una raíz común, pero de hecho cada vez hay más similitudes, porque las formaciones de uno y otro lugar se van conociendo, tocando juntas e intercambiando información», explica Riou. De hecho, en su conferencia ahondó aún más en ese intercambio de conocimientos, «que enriquecen a las formaciones de gaitas y de danza», dijo.

Las mayores diferencias se encuentran en la instrumentación, en realidad. «Las bandas bretonas utilizan desde hace no mucho, medio siglo, las gaitas escocesas, a las que llegaron tras la Segunda Guerra Mundial, por medio de los marineros franceses», señala Riou. De hecho, el instrumento autóctono es el biniou, más difícil de tocar, así como de la característica bombarda, muy asociados a las interpretaciones musicales bretonas, que siempre están acompañados de los ritmos de sus bailes, diferenciando así la esencia de la música de la región del norte de Francia.

Stéphane Riou dirige desde hace 12 años la escuela de música tradicional Musik an Arvorig.