Los animales son los mejores amigos de los discapacitados. Así quedó de manifiesto ayer en el centro de adultos que gestiona en Meres la Fundación Asturiana de Atención y Protección a Personas con Discapacidades y/o Dependencias (Fasad), que celebró su primera fiesta de verano con una actividad que hizo sonreír a sus 140 usuarios: una demostración de terapia con perros y con caballos.

Las actividades eran sencillas pero atractivas. La asociación Todos a Caballo (ATAC) se encargó de dirigir la terapia, en cuyo marco los usuarios con una mayor discapacidad motriz paseaban ponis, mientras otros cabalgaban un rato a lomos de un caballo.

En cuanto a la terapia con perros, estuvo dirigida por Alfredo Carlos Scarlato, de Actividades Asistidas con Perros Educados para Discapacidad con Fines Terapéuticos (AAPED), que facilitó a los usuarios el acariciar y jugar con los cánidos. «Me encantan los perros, yo tenía uno y estoy acostumbrada a cogerlos», explicó Marina López mientras acariciaba un perro en el regazo. A su lado, las hermanas Marta y Mónica Sánchez enumeraron los diferentes perros que han tenido: «Tuvimos un pequinés, luego un ratonero y un pastor alemán».

Para el gerente de Fasad, Miguel Mojardín, ver la sonrisa de los usuarios con estas terapias es un auténtico logro, como también comprobar la notable asistencia de familiares de usuarios y vecinos de la zona a esta fiesta de verano, que también incluía entre sus actividades una obra de teatro, representada por los usuarios, y una espicha.

«Es importante abrirnos a la sociedad, que vean lo que hacemos, porque así se logra sensibilizar a gente. Y Fasad trabaja para lograr una mayor inclusión social de sus usuarios», concluye Mojardín.