Una de las situaciones que ilustran la precariedad de medios del Centro de Nanotecnología de El Entrego es que los investigadores del centro están trabajando en algunos casos con máquinas de un cuarto de siglo de antigüedad que han tenido que ser reparadas en profundidad para poder seguir funcionando. "Ahora mismo estamos reparando máquinas que compramos en 1992, que las teníamos cuando estaba yo en el INCAR (Instituto Nacional del Carbón) relató Ramón Torrecillas, director del CINN, que remarcó que "estamos usando eso porque no tenemos nada".

Torrecillas aludió en concreto a uno de los equipos que se han rescatado: "Tenemos una máquina cortadora, de control numérico, para cortar probetas con diamante. Esa máquina, nueva, costaría ahora mismo unos 180.000 euros, pero lo que estamos haciendo es cambiar absolutamente todos los cojinetes y piezas mecánicas porque la pobre no podía más". Junto a la sede central del edificio TIC del pozo Entrego, el CINN posee una planta de pruebas en el polígono de La Florida, también en San Martín.