Como el que se fue a comprar tabaco

La historia del hombre anodino, incapaz de hecho notable alguno, que deja su casa para pasar unos días en el campo y no regresa en dos décadas es un clásico. Hawthorne (1804-1864), más apreciado por relatos como este Wakefield que por sus novelas, es uno de los padres fundadores de la narrativa estadounidense. Pero el Wakefield que nos presenta Nórdica en edición bilingüe es, además de un hito fundacional, una joya, gracias a las ilustraciones de Ana Juan.

Furia convertida en haz de luz

A veces, cuando la pluma es fértil, los panfletos impulsados por el viento de la urgencia resultan más lúcidos en su estruendo que muchas reflexiones demoradas. Es lo que ocurre con este De Buonaparte y de los Borbones, redactado en 1814 por Chateaubriand con la voluntad de defender la restauración de los Borbones, y con Napoleón a punto de caer. El vizconde bretón logra una disección del alma del dictador que, hoy, muchos dictadores después, se revela excelsa.

La verdad no siempre es correcta

La napolitana Iaia Caputo (1960) ha compuesto con mimo -en las voces, en los puntos de vista- el retrato de las etapas que jalonan la lucha de una mujer -la protagonista de Dime una palabra más- para abrirse paso en la vida en la Italia de los años 70. Una clave para mantenerse erguida -clave aprovechada a veces, pero casi siempre clave echada en falta- es la aprobación de los hombres de su vida. Descarnada y rigurosa, a riesgo de a veces no ser correcta.

Memoria contra la demencia

Novela sobre madres e hijas, novela sobre Sudáfrica, novela sobre el mal de Alzheimer. Cualquiera de estos marbetes podría ser estampado sobre Una habitación iluminada sin dar cuenta de la variedad de tramas y personajes que ha imaginado el sudafricano recriado en Londres Richard Mason para edificar su tercera novela. Todo arranca cuando una antigua pianista y su hija buscan una residencia donde encuentre acomodo la incipiente demencia senil de la primera.