Oviedo, Juan NIETO

Desde pequeña tuvo claro que lo suyo eran las cuatro ruedas y todo lo que girara alrededor del motor. No en vano, ella siempre dice que «yo no jugaba con muñecas, lo hacía con coches». Tamara González es una apasionada del karting, deporte que lleva practicando desde los siete años. Su padre, Roberto, recuerda como su hija le insistía en que quería ser piloto. Y eso que a él no le gustaba nada todo lo que tuviera que ver con el deporte del motor ni era aficionado a la Fórmula Uno. «Yo estoy en este mundo por ella», comenta Roberto.

La historia de Tamara se remonta a enero de 2007 cuando los Reyes Magos le trajeron su primer mono de karting y la inscripción en el Circuito de Asturias para poder pilotar. Los padres se quedaron sorprendidos por la reacción de su hija «y desde entonces intento apoyarla en lo que puedo», relata Roberto, que recuerda el esfuerzo que tuvieron que hacer para comprarle su primer kart: un chasis MBA con motor Comer (categoría Baby).

Tamara fue progresando y en el 2009 consiguió su segundo kart y empezó a disputar carreras. Aunque no fue fácil, esta joven piloto comenzó a recoger los frutos a tanto esfuerzo en la temporada 2010, cuando se subió al cajón de los mejores al terminar en tercera posición en el campeonato de Asturias de Karting. Al año siguiente se volvió a repetir la historia, pero en esta ocasión ascendió un puesto más y alcanzó el segundo escalón del podio en el regional de la especialidad. Además, Tamara se convirtió en la chica que mejores resultados ha obtenido en la historia del karting alevín en el Principado, batiendo récords dentro de su categoría. «La verdad es que no se le da nada mal», señala su padre, orgulloso, que ya piensa cómo podría mejorar su hija. «Este año quiero ponerle un mecánico», añade.

A su edad, el palmares de Tamara está lleno de éxitos: tres triunfos y 16 podios en su haber. Respecto a los circuitos, le atrae la velocidad y por eso «me gustan los trazados rápidos, me quedo con el FK1 de Medina del Campo», apunta Tamara, que estudia 1º de la ESO en el Colegio Loyola de Oviedo. Eso sí, cuando comenzó la aventura de Tamara con el motor, padre e hija firmaron un pacto: «La condición es que cumpla en los estudios», dice Roberto. De momento, todo va sobre ruedas. «Los profesores me apoyan mucho y los amigos también», indica.

En la actual temporada, Tamara tiene el reto de conquistar el campeonato de Asturias, además de intentar llevarse alguna prueba del nacional, campeonato en el que debutará este año. «Tengo muchas ganas de ganar», sentencia la joven piloto, que recuerda que es la única chica de la parrilla. A sus casi 13 años, Tamara González ya ha cumplido uno de sus sueños. Pero no se quiere quedar sólo en eso. Aspira a más. «Me gustaría llegar a la GP2 y luego a la F-1». Nadie sabe si lo conseguirá, pero esta claro que de momento va a toda velocidad.