Barcelona / Oviedo, Agencias

Una de cal y una de arena para el Barça. El club azulgrana llegó ayer a un acuerdo de renovación con el centrocampista Sergio Busquets hasta 2016, en tanto las negociaciones con el lateral brasileño Dani Alves están prácticamente encalladas.

La idea del club es «no mercadear» con la renovación de Alves, por lo que ha entregado al asesor del brasileño una «última oferta» económica para que el jugador se pronuncie sobre si quiere continuar o no a partir de junio de 2012, fecha en la que finaliza su contrato. Esta oferta, aunque mejora considerablemente sus condiciones, no termina de convencer al brasileño, especialmente en el aspecto económico.

Alves quiere ser el segundo mejor pagado de la plantilla, algo que no aceptan los dirigentes del Barcelona, quienes están dispuestos a equiparar su sueldo al de Puyol, Víctor Valdés y Piqué, el tercer grupo de los mejor pagados por detrás de Leo Messi, el que más cobra, y de un segundo grupo integrado por Xavi, Iniesta y el asturiano David Villa. Alves querría que su sueldo estuviera entre el de Messi y el segundo grupo.

La propuesta azulgrana, que vincularía a Alves al club hasta 2015, incluye la mejora retroactiva de su contrato desde el 1 de julio de 2010, además de ofrecer al jugador la posibilidad de ser la imagen para Brasil de una de las marcas que patrocinan a los culés.

Los tres representantes del Barcelona que llevan la negociación -el vicepresidente deportivo Josep Maria Bartomeu, el secretario técnico Andoni Zubizarreta; y el director de fútbol Raúl Sanllehí-, están a la espera de una respuesta del brasileño, ya que han asegurado que su postura es «firme» y que no negociarán más la cantidad económica.

Alves parece tener una oferta del Manchester City para incorporarse en junio de 2012.