Oviedo,

Ricardo GONZÁLEZ

«El físico es importante, pero lo principal es ser mentalmente muy fuerte», aseguró ayer en Oviedo el deportista navarro Ricardo Abad, de 40 años, que es el ganador de la primera edición de la campaña «Nos gusta la gente que supera retos», con su proyecto de recorrer 500 maratones en 500 días para promover la salud a través de la actividad física. Esta iniciativa, impulsada por una empresa especializada en dietas ayuda a través de una dotación económica anual, al desarrollo de proyectos que fomenten unos hábitos saludables. Ricardo, que recorrerá alrededor de 21.000 kilómetros si logra completar el reto, asegura que «hay momentos de bajón, pero con la experiencia aprendes a sufrir», explicó. El deportista partía ayer a las once y media de la mañana desde la plaza del Ayuntamiento de Oviedo para completar su 282 maratón consecutiva con un circuito en torno al Campo San Francisco, el Parque de Invierno y el Campillín, un recorrido de unos cinco kilómetros, con la intención de dar vueltas al mismo hasta completar los 42,195 kilómetros que conforman una maratón. Sin embargo, «debido a la cantidad de semáforos decidimos cambiar la ruta», explicaba tras la maratón Pedro Miguel Torrano, amigo de Ricardo, que se encarga de establecer las rutas mediante GPS y acompañarle en bici. Finalmente, decidieron salir fuera de la ciudad hasta llegar a Viapará (Riosa) para volver a Oviedo. «Hemos tardado cuatro horas y treinta y siete minutos en recorrer unos 50 kilómetros», señaló Torrano. La media en la que Abad suele completar una maratón, está en unas cuatro horas, «la más rápida la completé en dos horas y cincuenta y siete minutos», mientras que la más lenta «tardé unas seis horas».

El navarro, que a lo largo de este año y parte de 2012, recorrerá las 50 capitales de provincia españolas, explica que no ha dejado de lado su día a día ni su trabajo, en una fundición de hierro para motores de vehículos, sobre el que dice que «compagino este reto con mi trabajo de ocho horas diarias y eso sí, para dedicarle tiempo a mi familia tengo que quitar horas de dormir».

Durante la semana las rutas elegidas son por los alrededores de Tafalla (Navarra), localidad en la que vive y trabaja. Pero asegura que, «ya me conozco hasta las piedras de los caminos». Y es en los fines de semana cuando sale fuera de Navarra, para recorrer España.

En cuanto a su alimentación, asegura que lleva una dieta sana pero sin privarse de nada: «La dieta es como la de cualquiera, sólo que si una persona come un plato de fabas, yo como dos». El deportista, que empezó el reto con un peso de 81'5 kilogramos, lleva un control semanal de su peso, «lo controlo todos los viernes», y asegura que salvo en mitad de la prueba, cuando llegó a pesar 77 kilogramos debido a una gripe, «el resto del reto me mantengo estable», prueba de ello es que «ahora peso 81'4».

Ricardo cree que «lo mejor es el ser capaz de superarte día a día», mientras que su principal preocupación es el miedo a las lesiones. «Un simple retorcijón de tobillo sería dejarme KO», explicó. El navarro define el reto como «una carrera de obstáculos, en la que tienes el 99% de posibilidades de no acabar con éxito». Sin embargo, comenta que se está sorprendiendo a sí mismo.