A la calma de dos días tras quedarse fuera del «play off» la siguió la tormenta. No podía ser de otra forma en un club que lleva tan al límite las sensaciones. El regreso a los entrenamientos de la primera plantilla fue interrumpido por medio centenar de aficionados oviedistas molestos con la situación que vive el club azul. Los aficionados invadieron el campo donde se ejercitaba el primer equipo para hablar con los jugadores y el cuerpo técnico. Tras el incidente, Pacheta dio por finalizada la sesión.

El Requexón ya había amanecido horas antes con el descontento de la afición impreso en sus paredes. Durante la madrugada, un grupo de aficionados entró en los campos de entrenamiento para mostrar su descontento con diversos mensajes. «Cinco años riéndoos del oviedismo. Sinvergüenzas»; «Vaca, de nuestro sufrimiento saldrá tu perdición»; «Pagaréis por esto: Vaca, Calleja, José Manuel y Alberto» o «Pacheta, cáncer» fueron algunos de los mensajes escritos en las instalaciones del Requexón. Symmacharii publicó horas después un comunicado en su página web asumiendo la autoría.

«Nos vamos a dejar hasta el último aliento si hace falta, primero para hacer la vida imposible a la banda de chupópteros que dirigen los designios de nuestro club con Ángel Martín Vaca y José Manuel por ser los dos principales responsables y los que se encuentran en este momento en nuestra ciudad, y segundo para conseguir el tan ansiado cambio accionarial», expresa el grupo en su comunicado.

En previsión de que la cosa pudiera pasara a mayores, el Oviedo informó a las autoridades con vistas al entrenamiento de las 17.00 horas. La Guardia Civil desplazó al Requexón a seis agentes desde primera hora de la tarde. De las personas criticadas en los mensajes, sólo Pacheta acudió al entrenamiento. No hubo rastro de Ángel Martín Vaca, José Manuel Martínez -ambos suelen ver los entrenamientos vespertinos- ni de Paula Calleja. El cuerpo técnico y los jugadores tuvieron que lidiar solos con la situación.

A los pocos minutos de iniciarse la sesión sobre el césped, unos 50 aficionados que seguían la sesión desde la grada invadieron el terreno de juego. Los aficionados se encaminaron directamente hacia los jugadores con un mensaje nítido: pedirles que no haya denuncias al club a finales de junio.

«Entendemos que los jugadores están en una situación complicada, sin cobrar, pero hay muchos españoles en la misma. Les transmitimos el mensaje de que si no denuncian al club por impagos, nosotros nos comprometíamos a que la próxima temporada lucharíamos para que cobren las nóminas pendientes», explicó Nacho Suárez, interlocutor de los aficionados. Para los seguidores, el riesgo es claro: «Si los jugadores denuncian al club, nos vamos a Tercera y esto se acabó».

Aitor Sanz tomó la palabra como capitán del equipo. El madrileño defendió la entrega mostrada sobre el terreno de juego de sus compañeros y aseguró que la posibilidad de denunciar al club dependía de cada jugador.

«Han sido respetuosos con nosotros. Nos piden que no denunciemos, pero yo no puedo hablar en nombre de todos», reconoció después Aitor Sanz. Nacho Suárez expresó el sentir de los aficionados desplazados al Requexón: «Ojalá tengan empatía con el aficionado porque nosotros hemos estado toda la temporada con ellos al margen de nuestra lucha contra el consejo».

Tras los diez minutos de charla con la plantilla bajo la atenta mirada de la Guardia Civil, el grupo se dirigió a Pacheta, que había aprovechado la situación para recoger los conos y balones junto a su cuerpo técnico para dar por finalizado el entrenamiento. «Yo aquí sólo he venido a trabajar», comentó el técnico en voz alta con gestos de desaprobación mientras los futbolistas hablaban con los aficionados.

El encuentro del técnico con el grupo de descontentos duró menos que el anterior con los jugadores. Tras el breve intercambio de palabras, Pacheta ordenó a sus futbolistas retirarse de los terrenos de juego y declinó hacer declaraciones hasta mañana.

La situación del Oviedo es crítica. La decepción por no lograr el ascenso pasa ahora a un segundo plano ante la preocupación por el futuro inmediata de la entidad. El cambio accionarial demandado por la afición y el Ayuntamiento tiene como siguiente paso la junta de accionistas que se celebrará antes de finales de junio.