La carrera deportiva del Gijón Jovellanos va cada vez más rápido, tal vez demasiado. Produce vértigo que este club que se formó hace tan sólo tres años tenga ya un ascenso y medio encima. Acaba de regresar de la fase de ascenso a la Liga Asobal, no pudo ser porque el Cangas en su casa era casi imbatible como acabó demostrando. Perdieron con orgullo y jugando bien y gracias al peso del ambiente y a un arbitraje que al final se acabó acojonando. ¿Se acabó el sueño?, ¿qué sueño?

Tal vez haya sido mejor así, para que las cosas posen un poco, porque creo que va todo demasiado rápido y alguna costura no está totalmente soldada. Para el año que viene haría falta un buen patrocinador si se quiere subir, del tipo de Alsa, Cajastur o Arcelor o similar. Hace falta también reforzar la portería para aumentar el nivel y otro zurdo con lanzamiento a distancia y que todos los jóvenes del equipo mantengan su progresión como hasta ahora, que lo están haciendo en cantidad y en muy poco tiempo y, por supuesto, recuperar a algún jugador más de esos que han emigrado fuera para poder seguir jugando en categoría nacional. Viti sería uno con el que habría que hablar para intentar ficharlo, sería, sin duda, un gran refuerzo.

Para el año que viene se tiene la experiencia de esta fase de ascenso porque en estos partidos se aprende el doble que ganando y si fuera posible jugar la fase de ascenso en casa miel sobre hojuelas, así lo hizo el Grupo Covadonga durante dos años y al final acabó logrando el ascenso. Las cosas que se hacen bien suelen acabar bien y en el Gijón Jovellanos en estos momentos se están poniendo los cimientos para conseguir un club que haga historia en nuestra ciudad como lo ha hecho el Sporting en su trayectoria deportiva o como lo está haciendo ahora el Biesca Gijón de hockey patines.

Si a principio de temporada alguien me dice que se va a quedar a un gol de poder ascender a la Liga Asobal le hubiera llamado visionario e iluso. Por eso ahora que se ha visto el verdadero potencial de este joven equipo hay que reconducir esta derrota y aprender para poder ganar la próxima temporada. Eso se llama aprendizaje y experiencia. De lo demás tenemos de sobra en el campo: la unión de la plantilla con directivos y técnicos formando una gran piña, el trabajo duro y sacrificado a partir de la exigencia de sus técnicos y finalmente un compromiso grande de los chavales con el club para seguir la hoja de ruta que les lleve hasta el balonmano de élite. El año que viene más y por supuesto, mejor. Seguro.