"Si no conseguimos un aplazamiento con Hacienda, si el TEAC no nos da la razón, si tampoco conseguimos un aval ni financiación externa y además cae aquí una bomba atómica, el Sporting podría estar en riesgo de descenso administrativo. Pero no de liquidación, porque la deuda concursal no vence hasta 2017". Alfredo García Amado va directo al grano y pronuncia las palabras que el sportinguismo esperaba oír: "El club está vivo, es una empresa viable y, sinceramente, es un poco probable que se den las circunstancias para un descenso administrativo". El director general del Sporting no estuvo solo, le arroparon todos y cada uno de los estamentos del club. El consejo de administración en pleno, incluidos los asesores externos (Fernando Losada llevó con veinte minutos de retraso), el director deportivo, Raúl Lozano, todo el cuerpo técnico del primer equipo, los capitanes del vestuario (Iván Hernández, Cuéllar, Lora y Alberto), empleados como Carlos Barcia, Fernando Villar o Pepe Acebal, el director de comunicación, el delegado y emblema del club Quini y hasta el capellán rojiblanco, Fernando Fueyo, arroparon al primer ejecutivo de la sociedad.

García Amado detalló la situación del club en un larga exposición inicial tras la que se sometió a las preguntas. Se habló mucho de números, de deudas, de responsabilidades y también de futuro. Porque la principal conclusión de la comparecencia de ayer es que el Sporting tiene futuro, que es un club viable.

El director general rojiblanco cifró la deuda actual del Sporting en torno a 32 millones de euros, con lo que se mantiene en un valor idéntico al de la temporada anterior. De ellos, el 50% se le deben a la Agencia Tributaria. García Amado desgranó dos tipos de deuda con Hacienda. "La más preocupante porque en caso de incumplimiento podría traer consecuencias graves para el club", no vence hasta 2017. Es la deuda concursal subordinada, que tiene un valor de 4,4 millones de euros. Además, el Sporting tiene otros 6,5 millones aplazados a final de 2015 en virtud de acuerdo alcanzado en 2012 con Hacienda a cambio de que el club liquidase anticipadamente las deudas ordinaria y privilegiada del concurso de acreedores. Lo más urgente es un pago devengado de la deuda corriente con el fisco generado desde 2012 y que ronda los 5 millones de euros. El club debería hacerle frente antes de que finalice el año.

El club ha activado diversos mecanismos para resolver este problema de tesorería que puede colapsarle. El Sporting negocia un aplazamiento con Hacienda y se siente amparado por la Ley General Tributaria, ya que el club ha presentado "un plan de viabilidad con garantías de cobro, es una empresa ordenada y éste es un problema coyuntural".

La segunda vía abierta para buscar viabilidad son los recursos que el Sporting tiene presentados en Tribunal Económico y Administrativo Central y en los que tiene mucha esperanza de un fallo estimatorio que "cambiaría por completo el escenario". Otras opciones pasan por buscar un aval bancario o personal para conseguir financiación externa, el traspaso de algún futbolista o la llegada, poco probable, de algún inversor externo. "Ojalá hubiera podido presentarme aquí con alguna solución...", casi lamenta García Amado.

Además, el Sporting tiene otros pagos que hacer en su horizonte inmediato. El crédito concedido por Doyen Group por valor de 2,5 millones vence en enero y el de los inversores que hicieron posible la compra de Scepovic por 1 millón de euros vence este mes.

Para afrontar todos estos pagos, el Sporting cuenta con los 2,5 millones del traspaso de Scepovic al Celtic de Glasgow, un dinero que el club ya ha cobrado, pero para el que aún no ha decidido destino: "Tenemos que analizar, con nuestros asesores jurídicos, a quién nos interesa más pagar, porque no llega para todo. Habrá que analizar las garantías comprometidas". El Sporting apura sus gestiones para evitar que Hacienda ejecute embargos de nuevo, como ya hizo hace unos meses, según desveló el director general del club.

Alfredo García Amado puso especial énfasis también en señalar que, en la tercera temporada del club en Segunda División, el Sporting había conseguido por fin cuadrar su presupuesto de ingresos y gastos ordinarios. El directivo esgrime este dato como una prueba de la viabilidad del club y de su esfuerzo por reducir los gastos, ya que "el estatus y la estructura del Sporting no son para Segunda División".

Otro asunto que ocupó gran parte de su intervención es el de las medidas de control que está imponiendo la Liga de Fútbol Profesional a los clubes y que ya han comenzado a afectar al Sporting. "Te dan los limitaciones a escoger. Un modelo sería tener un número menor de licencias, poder fichar jugadores de fuera o bien incorporar sin límite jugadores de tu equipo dependiente", explica. El Sporting optó por esta segunda opción, de consenso con el director deportivo, porque "tenemos jugadores jóvenes con muchas cosas que aportar al primer equipo". El Zaragoza, por ejemplo, eligió el primer modelo.

Además, García Amado desveló también que el tope salarial del Sporting para esta temporada es de 5,1 millones de euros, aunque está cifra se elevó tras cerrarse el traspaso de Scepovic en el último día de mercado, por una cantidad muy inferior a lo esperado. Lo más llamativo es que el Sporting tiene un gasto salarial bastante inferior al que le marca la Liga. "Estamos por debajo porque la entidad, internamente, se controla porque quiere tener una viabilidad y aún estamos por encima de la masa salarial adecuada", detalla.

El Sporting cuenta además con un informe favorable del auditor sobre el los estados intermedios que tuvo que presentar el club a finales de diciembre. García Amado también informó sobre otros asuntos de la actualidad del club, por ejemplo destapó que la FIFA remitió una resolución al club el lunes apremiando al Orduspor a saldar la deuda por el traspaso de Barral y amenazándoles incluso con la disolución del club. "El Sporting sólo necesita un salvavidas", concluye.

El Sporting reconoce una deuda con Hacienda de 16 millones

El director general rojiblanco cifró la deuda actual del Sporting en torno a 32 millones de euros, con lo que se mantiene en un valor idéntico al de la temporada anterior. De ellos, el 50% se le deben a la Agencia Tributaria. García Amado desgranó dos tipos de deuda con Hacienda. "La más preocupante porque en caso de incumplimiento podría traer consecuencias graves para el club", no vence hasta 2017. Es la deuda concursal subordinada, que tiene un valor de 4,4 millones de euros. Además, el Sporting tiene otros 6,5 millones aplazados a final de 2015 en virtud de acuerdo alcanzado en 2012 con Hacienda a cambio de que el club liquidase anticipadamente las deudas ordinaria y privilegiada del concurso de acreedores. Lo más urgente es un pago devengado de la deuda corriente con el fisco generado desde 2012 y que ronda los 5 millones de euros. El club debería hacerle frente antes de que finalice el año.

El club ha activado diversos mecanismos para resolver este problema de tesorería que puede colapsarle. El Sporting negocia un aplazamiento con Hacienda y se siente amparado por la Ley General Tributaria, ya que el club ha presentado "un plan de viabilidad con garantías de cobro, es una empresa ordenada y éste es un problema coyuntural".

La segunda vía abierta para buscar viabilidad son los recursos que el Sporting tiene presentados en Tribunal Económico y Administrativo Central y en los que tiene mucha esperanza de un fallo estimatorio que "cambiaría por completo el escenario". Otras opciones pasan por buscar un aval bancario o personal para conseguir financiación externa, el traspaso de algún futbolista o la llegada, poco probable, de algún inversor externo. "Ojalá hubiera podido presentarme aquí con alguna solución...", casi lamenta García Amado.

Además, el Sporting tiene otros pagos que hacer en su horizonte inmediato. El crédito concedido por Doyen Group por valor de 2,5 millones vence en enero y el de los inversores que hicieron posible la compra de Scepovic por 1 millón de euros vence este mes.

Para afrontar todos estos pagos, el Sporting cuenta con los 2,5 millones del traspaso de Scepovic al Celtic de Glasgow, un dinero que el club ya ha cobrado, pero para el que aún no ha decidido destino: "Tenemos que analizar, con nuestros asesores jurídicos, a quién nos interesa más pagar, porque no llega para todo. Habrá que analizar las garantías comprometidas". El Sporting apura sus gestiones para evitar que Hacienda ejecute embargos de nuevo, como ya hizo hace unos meses, según desveló el director general del club.

Alfredo García Amado puso especial énfasis también en señalar que, en la tercera temporada del club en Segunda División, el Sporting había conseguido por fin cuadrar su presupuesto de ingresos y gastos ordinarios. El directivo esgrime este dato como una prueba de la viabilidad del club y de su esfuerzo por reducir los gastos, ya que "el estatus y la estructura del Sporting no son para Segunda División".

Otro asunto que ocupó gran parte de su intervención es el de las medidas de control que está imponiendo la Liga de Fútbol Profesional a los clubes y que ya han comenzado a afectar al Sporting. "Te dan los limitaciones a escoger. Un modelo sería tener un número menor de licencias, poder fichar jugadores de fuera o bien incorporar sin límite jugadores de tu equipo dependiente", explica. El Sporting optó por esta segunda opción, de consenso con el director deportivo, porque "tenemos jugadores jóvenes con muchas cosas que aportar al primer equipo". El Zaragoza, por ejemplo, eligió el primer modelo.

Además, García Amado desveló también que el tope salarial del Sporting para esta temporada es de 5,1 millones de euros, aunque está cifra se elevó tras cerrarse el traspaso de Scepovic en el último día de mercado, por una cantidad muy inferior a lo esperado. Lo más llamativo es que el Sporting tiene un gasto salarial bastante inferior al que le marca la Liga. "Estamos por debajo porque la entidad, internamente, se controla porque quiere tener una viabilidad y aún estamos por encima de la masa salarial adecuada", detalla.

El Sporting cuenta además con un informe favorable del auditor sobre el los estados intermedios que tuvo que presentar el club a finales de diciembre. García Amado también informó sobre otros asuntos de la actualidad del club, por ejemplo destapó que la FIFA remitió una resolución al club el lunes apremiando al Orduspor a saldar la deuda por el traspaso de Barral y amenazándoles incluso con la disolución del club. "El Sporting sólo necesita un salvavidas", concluye.