El Marino logró ayer un triunfo vital para seguir soñando con la permanencia, aunque la jornada no le fue muy propicia al no perder ninguno de los rivales implicados en la zona baja.

El conjunto de Marco Díaz sufrió durante muchos minutos porque solo dominó con claridad durante el primer cuarto de hora de partido, hasta el gol. A los 8 minutos, Fernando tuvo que salir del área para cortar una internada de Fran Pastor y dos más tarde, Pazó sacó de la misma raya un remate de Omar a centro de Imanol. Fue la antesala del gol, un saque de esquina de Fran Pastor desde la derecha que controló Espolita al borde del área y cedió a Álex Blanco, que a la media vuelta y con un disparo raso y cruzado superó a Fernando.

El partido cambió a partir de ahí porque el Coruxo apretó aunque sin llegar a crear verdadero peligro ante Rafa Ponzo, que en este partido volvió a ser el baluarte que necesita el equipo para remontar. El Marino trató de sorprender a base de balones largos, pero el marcador ya no se movió en espera de una segunda parte que se presentaba abierta.

El segundo periodo empezó con la mala noticia para el Marino de la lesión de Álex Blanco, que tuvo que dejar su sitio a Pandiani. El Coruxo dominó y solo las buenas intervenciones de Rafa Ponzo impidieron el empate. Los luanquinos pudieron sentenciar a la contra, pero la falta de puntería en unas ocasiones y el acierto de la defensa gallega en otras, evitaron el gol.

El Marino afrontará el próximo sábado (16.00 horas) otro partido vital en Les Caleyes ante el Lealtad, que ayer perdió dos puntos en el minuto 91 con el empate de penalti del Celta B.