J. L. ARGÜELLES

Asturias no sólo puede quedar a oscuras en cualquier momento por el «grave déficit» que tienen sus redes de transporte eléctrico, según el director general de Minería y Energía del Principado, sino que las soluciones al problema no son inmediatas. «Esa incertidumbre no estará despejada en cuatro o cinco años», aseguró ayer Isaac Pola Alonso, para quien las consecuencias por las averías en el sistema son «impensables» por los efectos en la industria y en los hogares.

Isaac Pola subrayó, sólo veinticuatro horas después de que el consejero de Industria, Graciano Torre, advirtiera en la Junta General del mismo riesgo, que Asturias ha sufrido «incidentes anteriores» que han hecho ver la «necesidad y urgencia» no sólo de las cuestionadas y contestadas líneas de alta tensión Lada-Velilla y Soto-Penagos, sino de mejorar y modernizar el «anillo central» de suministro. «Ya trabajamos en él por tramos», dijo. Se trata de una red de transporte eléctrico que une Grado, Tamón, Tabiella, Carrio, Sama, Lada, Soto de Ribera y, de nuevo, Grado.

El director de Minería y Energía señaló que la actual red «descansa» en dos subestaciones eléctricas de las que depende todo el sistema, las de Soto de Ribera y La Robla: «Es una situación que genera incertidumbres». Resaltó que las nuevas líneas que defiende el Gobierno de Vicente Álvarez Areces, las de Lada-Velilla y Soto-Penagos, son fundamentales, a su juicio, para exportar el excedente de producción de las eléctricas localizadas en Asturias, pero, también, para «garantizar el suministro» en el Principado. «Necesitamos una red robusta para que pueda integrar, además, las renovables».

Isaac Pola habló ayer en el Antiguo Instituto, dentro de las V Jornadas «Jovellanos» de divulgación científica, sobre energías renovables y eficiencia energética en Asturias. «Aún tenemos un largo camino por recorrer», indicó. El Principado tiene una potencia instalada de 350 megavatios en energía eólica, concentrada fundamentalmente en el suroccidente de la comunidad, y el objetivo es alcanzar los 1.500 o 1.600 megavatios. También hay interés, según señaló el representante regional, en potenciar las energías de producción marina o por biomasa. Las renovables, incluida la hidráulica, aportan más del 16 por ciento del total de la producción eléctrica asturiana.

El director de Minería también se refirió a la petición de la patronal Carbunión para que el Gobierno no prolongue más el largo ajuste minero. «Nosotros queremos un sector estable y puede ser que, después del esfuerzo hecho, se haya llegado a un tamaño (plantillas y producción) que permita la declaración de reserva estratégica; de aquí al año 2012 (fecha en la que finaliza el actual plan estatal) hay que hacer un análisis sosegado», señaló.