R. V.

Un total de 23,54 millones de los 286.081.160 euros que conforman el presupuesto consolidado para el año que viene se agrupan en el borrador presupuestario bajo el lema «Gijón Innova». Un epígrafe donde se suman 15,77 millones dedicados a empleo y formación y 7,77 millones de promoción económica, innovación y turismo y donde las actividades estrictamente municipales se entrelazan con el trabajo de la Sociedad Mixta de Turismo y el Centro Municipal de Empresas. Todo ello relacionado con el pacto por el empleo firmado ya hace cuatro años con los sindicatos y los empresarios.

¿A qué se dedica ese dinero en tiempos de crisis? La partida más cuantiosa es la referida a los planes locales de empleo con una reserva económica de 9,5 millones. El área de empleo también gestionará 3,19 millones en el plan de formación, 1,83 millones para el fomento de la contratación y reserva 1,34 millones para el plan extraordinario de empleo que ha optado por realizar el Ayuntamiento como complemento a otros programas. Al capítulo de promoción económica se refieren los 1,7 millones de los programas de ayudas a emprendedores, los 500.000 euros para plataformas de desarrollo empresarial, el millón de euros de dotación del nuevo fondo capital riesgo y 293.000 euros del plan de turismo gastronómico. También se pueden encontrar derivaciones de esta área en el programa de inversiones y transferencias de capital del Ayuntamiento. Allí están reflejadas las inversiones en planes de inserción laboral (2.482.300 euros) y las inversiones en escuelas taller (526.000 euros).

Los ajustes realizados por el concejal Santiago Martínez Argüelles y su equipo del área de Hacienda y Coordinación Administrativa han servido para que el área de promoción económica y empleo sólo haya perdido tres millones de euros con respecto al actual ejercicio económico. Una rebaja muy inferior a la que han tenido que sufrir las concejalías vinculadas al área de Urbanismo y Medio Ambiente, que ha pasado de 116,37 millones a 99,19 millones. Quienes menos pierden son los responsables de las áreas que están bajo el epígrafe de Vivienda y Bienestar Social que pasan de 110,66 a 109,85 millones.

Estos descensos tienen mucho que ver con la pérdida de ingresos prevista por el equipo municipal para el año que viene, pero también con el hecho de que se trata de un presupuesto finalista para un año con convocatoria electoral. Es tradicional que el último presupuesto de mandato limite sus ansias inversoras para no hipotecar acciones del futuro equipo municipal. En este caso, y pase lo que pase en las urnas, se trata del último presupuesto de Paz Fernández Felgueroso como alcaldesa. Su decisión de no repetir garantiza un nuevo líder municipal.