Miriam SUÁREZ

El patrimonio es algo más que monumentos o colecciones. También lo componen «aspectos relacionados con la vida en sociedad» como la artesanía, los testimonios orales o los festejos de una población. Y para poner en valor esas expresiones culturales, cuya importancia no siempre está debidamente reconocida, la asociación Incuna dedica sus XIII Jornadas internacionales a los «artefactos, objetos, saberes y memoria» de la industria.

En su inauguración, ayer, en Laboral Ciudad de la Cultura, se defendió lo intangible no sólo desde un punto de vista técnico. El nuevo director general de Patrimonio Cultural del Principado, Joaquín López, abordó el asunto como político además de como experto. «Queda que las administraciones y las universidades reconozcan la importancia de recopilar los testimonios inmateriales para dar sentido a lo material», empezó admitiendo.

López se comprometió a aumentar las aportaciones al trabajo etnográfico que se realiza en el Pueblo de Asturias y a firmar un convenio de colaboración con el Museo del Ferrocarril para «estudio y salvaguarda de nuestro patrimonio industrial». Pretende, además, reubicar el archivo de fuentes orales que ahora se encuentra «desordenado» en el campus de Oviedo. «La nueva sede del Archivo Histórico es el sitio idóneo», defendió, ante quienes participarán en las Jornadas Internacionales del Patrimonio Industrial hasta el sábado. Al acto inaugural, moderado por Miguel Ángel Álvarez Areces, artífice del evento, también asistió Hilario López, director de la Escuela Politécnica gijonesa.