El organismo autónomo Puertos del Estado está dispuesto a renegociar los plazos de devolución del crédito de 215 millones de euros concedido por el Ministerio de Fomento a El Musel a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para financiar parte de los sobrecostes de la obra de ampliación del puerto de Gijón, según confirmó ayer a este periódico el presidente de Puertos del Estado, José Llorca.

«Es uno de los asuntos de los que se ha hablado con la Autoridad Portuaria al debatir el plan de empresa de 2013. Obviamente, no vamos a permitir que la situación financiera del Puerto llegue a ser inadmisible, pero El Musel tiene también que comprometerse a hacer los deberes fijados en el plan de empresa». Esos deberes son, entre otros, la enajenación de propiedades para generar ingresos, la puesta en activo de recursos portuarios y otras medidas que, a juicio de Llorca, «permitan generar caja para ir amortizando la deuda».

La Autoridad Portuaria pretende renegociar también el otro crédito solicitado en su día para financiar la ampliación, concedido por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), por valor de 250 millones de euros. El Puerto pretende alargar en diez años la devolución de este crédito, que comienza a amortizarse este mismo año. La amortización del crédito está firmada a 22 años, esto es, hasta 2033. La Autoridad Portuaria intentará alargar ese plazo hasta 2043.

Llorca calificó ayer de «muy dura» la negociación con la Autoridad Portuaria de Gijón, que ha permitido rebajar el coeficiente a las tasas portuarias, a las que este último año se había aplicado el porcentaje máximo -el 1,3, lo que en la práctica supone una subida del 30%- y que en 2013 será del 1,20 para la tasa de mercancías, del 1,25 para la que se aplica a los buques y del 1,1 para la tasa del pasaje. «Ellos venían con la idea muy rígida de conseguir el índice 1 para las tres tasas y todos hemos cedido en aras del acuerdo. Por parte de todos ha habido un esfuerzo de comprensión», declaró ayer el presidente de Puertos del Estado.

El máximo responsable del organismo estatal portuario destaca ese entendimiento pese a que, a su juicio, las tasas «no son un elemento crítico para la competitividad del puerto, como han querido hacer ver los dirigentes socialistas asturianos y que han hecho bandera de ellas de una forma falsaria. Las empresas no se deslocalizan por un aumento de las tarifas».

A juicio de Llorca, las tasas tienen «muy poca influencia» en los costes de escala. La reducción tarifaria pactada con el puerto y la recuperación de bonificaciones a algunas mercancías deben considerarse un guiño a Arcelor, en el marco de las reuniones que responsables del grupo siderúrgico en España mantuvieron durante los últimos meses con Puertos del Estado. «Si se pone en marcha el segundo horno, es un acicate para la empresa que aumenten las bonificaciones para los tráficos de mineral de hierro», explicó el presidente de Puertos del Estado, para quien las tasas y las bonificaciones «tienen, en este caso, un efecto más psicológico que resultados en la cuenta específica».