"Era de esperar la respuesta que nos dieron pero seguiremos en nuestra lucha", subrayó ayer Carmen Cepeda, una de las portavoces estudiantiles en la protesta por el cierre la biblioteca del edificio polivalente del campus gijonés, tras la negativa, el día anterior, de la vicerrectora de Investigación y Campus de Excelencia a dar marcha atrás en la decisión de clausurar la sala.

Ayer los estudiantes movilizaron a cerca de un centenar de chavales entre alumnos de la propia Escuela Politécnica y de otras facultades de la Universidad de Oviedo. "Se ve que no tienen intención de diálogo", se lamentaron antes de lanzar un nuevo órdago: "Somos el Gamonal del Rectorado", en referencia al barrio burgalés que logró paralizar el proyecto de un nuevo bulevar en la ciudad gracias a la presión vecinal.

A los ingenieros se sumaron ayer compañeros de las facultades de Biología, Pedagogía y Derecho e incluso de otras universidades, quienes clamaron conjuntamente contra la política del Rectorado. "El vuestro no es un caso aislado; está dentro una serie de políticas que, apoyados en problemas legales, aprovechan para destruir todo", advirtieron los representantes del Consejo de Estudiantes presentes en la protesta. Un alumno de la Universidad de León que se sumó a la protesta de ayer advirtió que la política de recortes se extiende por todas partes. "No es una cuestión de centralizar como dicen aquí; que la gente se conciencie que, a largo plazo, se cargan el servicio", protestó este alumno.

En el campus gijonés afirman que no están nada satisfechos con la postura de la vicerrectora de Investigación, Paz Suárez Rendueles. La portavoz estudiantil Carmen Cepeda defendió que la suya es "una lucha bastante digna: somos estudiantes y estamos pidiendo libros", reivindicó antes de apuntar que cada día están recibiendo un mayor número de apoyos. Ayer mismo desde el área de juventud de Izquierda Unida-Los Verdes se sumaron a las reivindicaciones de los alumnos y apelaron de manera particular a la implicación del Ayuntamiento de Gijón en este conflicto, "que mantiene un millonario convenio con la Universidad y que, a buen seguro, dispondría de herramientas para intervenir a favor de los estudiantes".

Nuevas Generaciones del PP también defiende la reapertura de la biblioteca del edificio polivalente de la Escuela Politécnica, al considerar que "se trata de una instalación básica para los estudiantes". A su juicio, en tiempos de crisis económica, donde la apuesta por la educación y el conocimiento debieran ser los pilares fundamentales para un futuro crecimiento, "es intolerable el cierre de una biblioteca o sala de estudio". Y aprovechando este conflicto, los jóvenes del PP recordaron lo inconcebible de que el campus universitario de la ciudad continúe sin residencia. Cargaron asimismo contra los recortes de la Administración regional: los populares subrayaron que se está llevando a la Universidad de Oviedo a "una situación de precariedad" donde la toma de decisiones "tan injustas" como el cierre de la biblioteca "la sufren directamente los estudiantes". Entre tanto, la protesta de ayer trascendió entre críticas a la forma de proceder del Rectorado y con la nota humorística de la sugerencia de guardar "un minuto de silencio por la biblioteca y por la educación pública" aunque luego ese minuto se transformó en el ruido de megáfonos y nuevas consignas contra el cierre de la biblioteca.

El próximo paso para los encerrados en la sala de la Politécnica será dar a conocer su caso a las diferentes asambleas de alumnos de la Universidad de Oviedo porque entienden que su conflicto "va más allá" de los límites del campus de Gijón. Esta tarde celebrarán una nueva asamblea para concretar próximas acciones. "Que se unan más campus de toda la Universidad; no se puede permitir que se recorten servicios básicos", insisten los estudiantes, que continúan haciendo guardia en la biblioteca. "Zona de lucha", se lee en uno de los rincones de la sala.