Mortadelo y Filemón, pero también el Botones Sacarino, el Dire, el Presi, Rompetechos, Tete Cohete, Pepe Gotera y Otilio, Kinito, Chicha, Tato y Clodoveo o Policarpo. Todos ellos, personajes nacidos de la genialidad del dibujante Francisco Ibáñez (Barcelona, 1936) pululan estos días por el Festival Metrópoli, que mañana viernes echa a andar en el recinto de la Feria de Muestras.

Uno de los pabellones acoge una muestra itinerante que ha pasado ya por varias ciudades españolas con gran éxito de público, "desde lectores de unos cincuenta años hasta familias con niños", explicaba ayer la comisaria de la exposición, Elena Vergara, en plena labor de montaje, antes de desvelar cuáles son las principales joyas que estos días se mostrarán al público: una veintena de dibujos originales propiedad de Ediciones B, los dibujos tal cual los entregó Ibáñez para su publicación en formato tebeo.

No son las únicas piezas para nostálgicos, que podrán comprobar sobre el papel el trazo firme y decidido del dibujante. También podrán detenerse ante más de un centenar de revistas de los años 50 y 60 que recogen todos los personajes y cabeceras para las que trabajó Ibáñez a lo largo de su prolífica carrera. "Muchos trabajos lamentablemente se han perdido para siempre; eran otros tiempos, cuando se destruían los trabajos en cuanto se entregaban a la imprenta", señala Vergara.

Aún así se han salvado muchas curiosidades para deleite de los aficionados, como la primera viñeta que le publicaron a Ibáñez con 16 años, una pieza casi histórica que, junto con el resto de los dibujos, está levantando pasiones entre los fans del colorido universo de Ibáñez.

Cuando la exposición estuvo en Madrid contó con casi 5.000 visitantes en los tres primeros días, sumando más de 30.000 al final. Igual sucedió con Valladolid y Zaragoza, paradas anteriores de una exposición que ya calienta motores en Gijón. Y eso que "la humedad nos ha jugado alguna mala pasada", señala la comisaria. Aún así, los personajes de la infancia pueden con todo.