Vegadeo, T. CASCUDO

Mensaje claro para un recién jubilado: «Debe grabar en su mente que cada día es el mejor tesoro que puede tener». El autor del consejo es el catedrático de Ciencias de la Conducta de la Universidad de Oviedo, José Antonio Flórez, que ayer impartió una conferencia en Taramundi titulada «Secretos de la longevidad». Antes de la charla, que se enmarca en el IV Foro Comunicación y Escuela del instituto veigueño Elisa y Luis Villamil, Flórez charló con LA NUEVA ESPAÑA sobre las claves para envejecer bien y vivir muchos años.

Flórez recomienda seguir el ejemplo de los mayores y aprender de ellos pues son «catedráticos de la sabiduría». Para alcanzar los noventa o los cien años no existen fórmulas mágicas pero sí hay algunas virtudes que contribuyen a ello. Se llaman amabilidad, optimismo, paciencia o agradecimiento. «Está comprobado que las personas agradecidas viven más y eso es probablemente porque tienen más satisfacciones», precisó.

En definitiva, para vivir mucho no sólo es necesario querer hacerlo y tener factores genéticos que lo faciliten, sino forjarse una personalidad pro-longeva. «Algunas de las características de una personalidad pro-longeva pasan por tener una enorme capacidad de adaptación y resistencia al medio y a circunstancias especialmente duras desde el punto de vista afectivo».

Dice Flórez que esas personas proclives a durar muchos años son capaces de desarrollar estrategias para sobreponerse a impactos estresantes y reforzar su sistema inmune, que «es la clave de la longevidad».

Según este experto su forma de ser recuerda al junco que siempre sigue en pie, mientras que un roble, por muy fuerte que sea, acaba por enfrentarse a una tormenta que lo tumba: «Son personas con una habilidad impresionante para reducir los eventos estresantes de la vida. Su máxima podría ser "ya pasará"».

Por eso, en estos tiempos de crisis que vive Europa y estresan a las familias, Flórez recomienda aprender a relativizar las cosas: «Olvidamos que somos seres muy frágiles y no valoramos el capital que tenemos que es la vida. Cuando sufres una enfermedad, se acabó la prima de riesgo».