La Policía Local de Cudillero precintó ayer uno de los bares de la playa de San Pedro de la Ribera por orden del alcalde en funciones, Ignacio Fernández Díez. El concesionario del local desde 2009, Antonio García Torres, asegura que la medida incurre en un incumplimiento del contrato que tiene con Cudillero Turismo S. L.. Asimismo, dice que no se le ha presentado ningún documento por escrito para notificarle el precinto. A su vez, Fernández explica que «se abrió un concurso público y el que venía teniendo la concesión en los últimos años no participó, se lo llevó otra persona y lo único que se ha hecho ha sido sacar sus pertenencias del bar».

García y su familia estaban ayer desconsolados y enfadados. «Nos han dejado en la ruina, hemos perdido todo», afirma el hostelero, quien duda de que Fernández esté legitimado para precintar el local desde el momento en que una sentencia del Tribunal Constitucional ha anulado su nombramiento.

Torres regenta en verano el local de la playa de San Pedro desde 2009, mediante un contrato con Cudillero Turismo S.L. que se prorroga cada año automáticamente. Señala que este año, cuando desapareció la sociedad, acudió al Ayuntamiento para saber cómo podía acceder a regentar de nuevo el local en caso de que hubiese un concurso público «porque yo tengo mi contrato en vigor, pero me dijeron que estaba todo bien y que si se abría concurso seguramente yo tendría mayor puntuación en los resultados por estos años de trabajo».

García asegura que Fernández visitó el local con él y le enseñó las reformas que ha hecho en los últimos años para lograr la «Q» de calidad de la playa. Una inversión de su bolsillo que ronda los 30.000 euros. García añade que el Alcalde en funciones le instó a continuar con sus paellas, «que son famosas».

Todo marchaba bien, pero el 10 de junio, mientras limpiaban, la Policía Local se personó en San Pedro y les requirió licencias de obra y permisos de apertura. «Cuando les enseñé el contrato con Cudillero Turismo se fueron, pero cuando yo abandonaba la playa, ví que volvían y que estaban precintando el local». García interpuso una denuncia ante la Guardia Civil. Al día siguiente «vinieron y cambiaron los bombines de las cerraduras», detalla.

La semana pasada se abrió el concurso público para la gestión del local, que finalizó este miércoles. Anteayer recibió una llamada del concejal de Playas «y me dice que teníamos que estar aquí hoy (por ayer) a las once de la mañana». Cuando llegaron a San Pedro, la Policía Local le obligó a sacar todas sus propiedades, «pero sin notificación escrita, me dijeron que eran órdenes verbales del Alcalde».