Los planes de futuro de la hidroeléctrica de Salime: más automatización, digitalización y construir una central de bombeo

Estudiantes del instituto Elisa y Luis Villamil de Vegadeo conocieron de la mano del actual director de Saltos del Navia y de su predecesor la historia de la presa, el embalse y la central

Por la izquierda, la profesora Paula Luiña, Alberto Rúa-Figueroa, Emilio A. Fernández y  Ana Ruiz, profesora.

Por la izquierda, la profesora Paula Luiña, Alberto Rúa-Figueroa, Emilio A. Fernández y Ana Ruiz, profesora.

El director de Saltos del Navia entre 1999 y 2023, Alberto Rúa-Figueroa Rey, y el actual, Emilio A. Fernández González, impartieron una charla a los estudiantes de tercero de Educación Secundaria del instituto Elisa y Luis Villamil de Vegadeo, dentro de la programación de la decimosexta edición del Foro Comunicación y Escuela en la que abordaron el pasado, el presente y el futuro del aprovechamiento hidroeléctrico de Salime.

Una de las cosas que interesaron a los estudiantes fue conocer los perfiles profesionales que se necesitan en la central hidroeléctrica, ubicada en Grandas de Salime, y su actual director les apuntó a la robótica y todo lo vinculado a la digitalización y automatización, ya que les avanzó que el futuro de la central pasa por “seguir ahondando en la automatización y digitalización de los procesos y crecer en almacenamiento de energía, que es lo que demanda el mercado”.

Un almacenamiento de energía para el que hay proyectada una central de bombeo, aun en trámites administrativos. “España tiene que aumentar la potencia en almacenamiento hasta 30 gigavatios (GW) de potencia y ahora mismo hay solo 7 GW, así que es necesario incrementarla”, explica Emilio A. Fernández González, que señala que el proyecto de central de bombeo, de salir adelante, aún le queda un largo recorrido para poder entrar en funcionamiento. “Hace dos años que comenzó la tramitación y se alargará unos cinco o seis años, luego hay que contar con otros cinco o seis de construcción”, especificó.

 Alberto Rúa-Figueroa Rey hizo hincapié en que la central de Salime es una de “las más importantes y mayores del norte de España”. En su caso, realizó un repaso por sus 24 años al frente de Saltos del Navia y señaló que en estas dos décadas le tocó vivir mucha variabilidad en el tiempo, con años muy secos seguidos de otros más húmedos, que hacían que la producción de energía variase de unos a otros considerablemente. No obstante, la media de producción de energía que genera la central sirve para abastecer a unos 90.000 hogares, lo que se podría traducir en que daría servicio a unas 300.000 personas.

El salto de Salime, compuesto por la presa, el embalse y la central se puso en marcha en 1957, siendo el mayor embalse de Asturias. La presa y la central también tienen su particularidad al contar con la huella artística de los arquitectos y artistas Joaquín Vaquero Palacios y Joaquín Vaquero Turcios.