Reaparece en la prensa el novedoso plan de repoblación de Santa Eulalia de Oscos, propuesto en su día por la empresa americana Internacional Heritage Partners. Y a raíz de las declaraciones del representante de la promotora en España, Jesús Valderrama, da la impresión de que el proyecto camina sin prisa pero sin pausa. No es un proyecto apresurado ni parece ser un negocio especulativo de los muchos que se han hecho en Asturias, devastando lugares de importante valor ecológico y paisajístico. Por las afirmaciones hechas estos mismos días, la intención de la empresa americana tiene visos de ser un plan pensado, sopesado, «a largo plazo», como afirma el representante de la promotora, en el que la demanda basada en la oferta selectiva habrá de determinar el ritmo de progresión del mismo.

El proyecto tuvo el apoyo de la anterior Corporación municipal de Santa Eulalia, como también de la actual, que lo ve con satisfacción y esperanza, si nos atenemos a las recientes declaraciones del alcalde Riveras. Consiste en la rehabilitación de viviendas abandonadas para ser vendidas, en el mercado internacional, a compradores de alto nivel adquisitivo, con profesiones liberales, de modo que les permitan trabajar a distancia desde un lugar tranquilo como este «Valle escondido» de los Oscos, bautizado así por los americanos, hoy Reserva de la Biosfera y uno de los rincones naturales con mayor atractivo y riqueza biológica de la Península.

El proyecto económico de repoblar un territorio amenazado por el envejecimiento de la población y, como consecuencia, por el abandono de los asentamientos tradicionales debe hacerse con mucho tiento al tratarse de un lugar como Santa Eulalia, cuyo patrimonio natural y paisajístico le imprime una clara vocación turística. Sin duda habrá iniciativas económicas con las que se pueda asentar la población en el concejo y hacerla crecer, contribuyendo con ello a que crezca también la economía de la zona. Pero algunas de estas iniciativas podrían alterar y deteriorar la esencia natural de este lugar y de toda la comarca, que la hace tan atractiva para el visitante.

Nadie, en su sano juicio, puede estar contra las energías alternativas ante el proceso de deterioro ambiental galopante que amenaza al planeta. La energía eólica juega un papel importante y necesario. Pero el mapa eólico debe estar ordenado y planeado con sentido común. No deben prevalecer exclusivamente criterios economicistas y políticos a la hora de distribuir por los montes los generadores eólicos. Hay que pensar también en otros aspectos que son difícilmente valorables desde un planeamiento mercantilista. No creo que lugares como los Oscos deban entrar en proyectos de atractiva y fácil rentabilidad que ofrezcan pan para hoy a unos pocos y hambre para mañana a otros muchos.

Ya sé que la política del Gobierno del Principado alienta alguno de estos proyectos, porque la política busca resultados inmediatos que rindan beneficios electorales, aunque a veces sea a costa del futuro de pueblos y colectivos. Mucho más sensato que sembrar los Oscos de torres de metal y cruzar de cables su paisaje sería trabajar y apoyar iniciativas sostenibles como la que propone la empresa Internacional Heritage Partners, extremadamente respetuosa con el entorno, como se puede comprobar en actuaciones similares que llevó a cabo en otros países. La riqueza de los Oscos está bien a la vista, sólo hacen falta voluntad e imaginación para explotarla.