D. O.

El derrumbe del encofrado de la sala principal del Calatrava acaba en juicio. El arquitecto valenciano deberá declarar ante el Juzgado de primera instancia número 2 de Oviedo a finales de mes. Las sesiones están fijadas para los días 28 y 29 de abril y para el 3 de mayo.

Además de Calatrava, como responsable civil, al ser el encargado del diseño del edificio, están citados los responsables de la constructora Fiaga, que hace la obra promovida por la empresa Jovellanos XXI, un aparejador y una empresa aseguradora.

El juicio surge a raíz de una demanda presentada por Allianz Seguros, compañía que reclama 7,5 millones de euros por los daños ocasionados la noche del 9 de agosto de 2006. La aseguradora defiende que la póliza que tenía suscrita con la constructora cubría daños por valor de 3,5 millones de euros, pero los destrozos producidos por el derrumbe de aquella madrugada ascienden a 11 millones. Allianz se hizo cargo de los gastos y ahora quiere recuperar el desfase económico.

Los hechos se produjeron pasadas las dos de la madrugada del 9 de agosto de 2006. En aquel momento un grupo de trabajadores apuraba la noche para concluir el encofrado de la zona central del edificio. No habían podido terminar durante el día y no podían dejarlo para el día siguiente porque el hormigón debe fraguar todo a la vez y no se pueden dejar varias horas en distintos procesos de inyección del material ya que la solidificación sería irregular.

Aquella noche, mientras trabajaban, los empleados escucharon un ruido y vieron cómo se deslizaba parte de la estructura, una pieza de forjado y hormigón de 500 metros cuadrados que cayó desde un altura de unos 15 metros. Tres obreros, Dionisio O., Samuel B. y Severino I., resultaron heridos leves y fueron trasladados al servicio de urgencias del cercano Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Los vecinos que dormían en sus casas cerca del Calatrava escucharon un «enorme estruendo» y en pocos minutos las ventanas y las calles estaban llenas de curiosos.

Al día siguiente un equipo formado por responsables de Jovellanos XXI, del estudio de Calatrava y del Ayuntamiento de Oviedo evaluaron los daños.

La empresa se apresuró en asegurar que se cumplirían los plazos previstos en aquellos momentos para concluir las obras y dijeron que en ningún caso el derrumbe de la estructura sobre el suelo de lo que hoy es la sala principal del Palacio de Exposiciones y Congresos, provocaría retrasos en la ejecución del proyecto.

Ahora se da la circunstancia de que antes de que se celebre el primer congreso, fijado para el próximo 26 de mayo, los responsables del complejo diseñado por Santiago Calatrava en Buenavista se verán en los Juzgados de Oviedo, un mes antes de la inauguración.