Pablo GONZÁLEZ

Un coche «caza morosos». Ésta es la última arma puesta en marcha por el Ayuntamiento de Oviedo para localizar, identificar y embargar los vehículos de aquellos ciudadanos que no han cumplido con sus obligaciones tributarias. El «caza morosos» comenzó a funcionar en período de pruebas a finales del año pasado. Ahora recorre a diario las calles de Oviedo en busca de los vehículos cuyos dueños deben algún tipo de impuesto (viñeta, IBI, Seguridad Social...). Una vez que los localiza los inmoviliza y son trasladados al depósito hasta que se procede al pago de la deuda. Desde enero el sistema ha leído unas 125.000 matrículas, se han gestionado unas 1.300 «sospechosas» y se han localizado 200 pertenecientes a conductores morosos.

El coche «caza morosos» centra sus búsquedas a través de un sistema informático en matrículas de vehículos robados, de aquellos cuyos propietarios perdieron todos los puntos del carné o lo tienen caducado, y en especial sobre aquellos vehículos sobre los que pesa una orden de localización, captura, precinto y depósito. Estas órdenes pueden proceder tanto de la Administración de Justicia como de la Tesorería de la Seguridad Social o de la Hacienda local.

El sistema es muy similar al utilizado en las cámaras que hay situadas en las glorietas de entrada a Oviedo que multan a aquellos coches que se saltan el semáforo en rojo. La única variación son los datos que se introducen en el programa y que el sistema va montado sobre un coche, en este caso sin rotular, que es conducido por una pareja de la Policía Local de uniforme.

Agustín Iglesias Caunedo, concejal responsable del área de Seguridad Ciudadana, asegura que el sistema busca a aquellos vehículos «sobre los que pesan uno o más procedimientos de recaudación ejecutiva municipal y cuentan con una orden de embargo». Caunedo resalta que la utilización de este tipo de dispositivos sirve para «rebajar las infracciones de tráfico, mejorar la seguridad ciudadana en la localización de vehículos robados y en la detección de matrículas falsas». Y al mismo tiempo esto permite «una distribución de los efectivos de la Policía Local a aquellas funciones de seguridad donde efectivamente se requiere su presencia». La puesta en marcha de este servicio ha acabado con el sistema que se seguía desde 2009: listado de los coches, lápiz y el buen ojo de los agentes. Según los datos que maneja Agustín Iglesias Caunedo, cuando el sistema de busca y captura del moroso no estaba informatizado los resultados «eran completamente ineficientes». «Se llegaron a gestionar manualmente más de 1.500 matrículas, con un índice de localizaciones muy bajo y un trabajo manual ingente».

Pero el trabajo del «caza morosos» no convence a todo el mundo. Al menos a Xuan Arcega, al que no le gustaron las supuestas «malas formas» que la Policía Local utilizó para dar el alto al coche que conducía su hijo. Arcega asegura que la detención del vehículo de su hijo por estar en la lista de morosos «estuvo a punto de provocar un accidente. No me parece mal el embargo, no lo voy a discutir. Pero para cobrar un impuesto no se puede poner en peligro la vida de un ciudadano». Para Arcega, los responsables del coche pusieron en marcha «una persecución ilegal» para embargar el vehículo y cometieron un «abuso de poder» para lograr el pago de los impuestos adeudados.