Elena FERNÁNDEZ-PELLO

El geólogo Luis Alberto Pando ha dedicado su tesis doctoral, leída la semana pasada, al subsuelo de Oviedo. Durante los últimos cinco años el profesor ha recopilado una ingente información: mil seiscientas muestras de suelos, rocas y aguas; unos doscientos documentos cartográficos; más de cuatrocientos informes, y los resultados de millares de estudios de materiales, y con toda ella ha obtenido un detallado plano o cartografía del subsuelo del núcleo urbano de Oviedo y sus inmediaciones.

«He recogido datos y bibliografía de informes de obras, los he integrado y he estudiado las propiedades de las rocas del suelo», explica el reciente doctor.

En el desarrollo de su tesis, Pando ha contado con la dirección de Manuel Gutiérrez Claverol, profesor de la Facultad de Geología de la Universidad de Oviedo, y de Luis Ignacio González de Vallejo, catedrático de la Complutense. Mercedes Ferrer, del Instituto Geológico y Minero de España, y Mariano Yenes, de la Universidad de Salamanca, estuvieron en el tribunal, que deberá decidir, mediante votación secreta, su calificación.

«La última obra monográfica al respecto fue publicada en 1995 y su aceptación entre la comunidad científica y los profesionales de empresa, mayoritariamente vinculados a la geotecnia, ha sido notable por su calidad e interés aplicado», según Luis Alberto Pando (Oviedo, 1978).

A lo largo de los últimos cinco años él se ha esforzado en actualizar ese documento y el resultado ha quedado sintetizado en dos mapas: uno geológico de la ciudad de Oviedo y su entorno y una cartografía urbana de carácter geotécnico.

El geólogo ovetense ha reunido «un volumen de información sin precedentes», dada la expansión de la ciudad en los últimos años, y para procesarla ha desarrollado un sistema de información geográfica (SIG), «una herramienta digital de gestión centralizada». Además, Pando explica que con este sistema es posible determinar, en función de los datos acumulados, las características geotécnicas del suelo urbano allá donde no es posible aplicar técnicas cartográficas clásicas basadas en la observación y la toma de medidas en el mismo terreno.

En su trabajo de investigación, el profesor de Geología ofrece una descripción más detallada y pormenorizada del subsuelo de Oviedo que la datada en 1995. También describe la composición y características químicas de las aguas subterráneas y su agresividad para el hormigón estructural.