Pablo GONZÁLEZ

Los cuatro miembros de una banda organizada dedicada al robo de chalés, de origen albano-kosovar y afincada en Madrid, se enfrentan a un total de 90 años de cárcel por asaltar dos chalés, uno en Santa Marina de Piedramuelle y otro en Somió (Gijón).

El principal robo lo cometieron en un chalé de la urbanización El Trigal, en Santa Marina de Piedramuelle. En la madrugada del 10 de mayo de 2011 accedieron a la vivienda y despertaron al matrimonio propietario de la vivienda. A la mujer la amordazaron con su propia ropa interior y los amenazaron con matar a los «bambinos», en referencia a sus dos hijos de 19 y 25 años, para conseguir el mayor de los botines. Tras estas amenazas, la banda logró hacerse con un total de 6.000 euros y 1.500 dólares norteamericanos, además de tres relojes. También se llevaron un Audi Q7, con el que se trasladaron hasta las inmediaciones de Grado, donde lo abandonaron en la nacional 634.

Días antes el grupo había asaltado un chalé en la urbanización el Mirador de Somió. Fue en la noche del 4 de mayo de 2011. Entraron en una vivienda unifamiliar donde dormía su propietario. Los acusados registraron la casa en busca de objetos de valor, sobre todo en la planta baja. Allí sustrajeron una sortija de oro valorada en 500 euros, dos anillos de oro blanco tasados en 250 euros cada uno y una pulsera de oro valorada en 500 euros. El dueño de la vivienda, que se despertó durante la operación, pudo esconderse hasta que la banda abandonó el lugar. Tres de los miembros del grupo -Y. Z., B. H., D. M.- están acusados de un delito de robo con violencia y de cuatro delitos de detención ilegal, por los que podrían ser condenados a 30 años de cárcel. El cuarto miembro de la banda, A. S., se enfrenta a cinco años de prisión por un robo con fuerza en casa habitada.