Javier NEIRA

La Fundación Ópera de Oviedo cerró el ejercicio de 2102 con un déficit de 4.829 euros, según indicó ayer el tesorero, Javier Gómez, en la asamblea general de la Asociación Asturiana de Amigos de la Ópera.

La sesión, celebrada en el salón de actos de Cajastur a partir de las ocho de la tarde, fue abierta por el presidente de la asociación, Jaime Martínez. Dio las gracias a la entidad financiera por las ayudas y la cesión del local y se dio por leída y aprobada el acta de la anterior reunión. Martínez indicó que era la novena vez -el noveno año- que comparecía como presidente de la asociación en la asamblea general. Informó de la dimisión del vicepresidente José María Moutas y de la incorporación de Eladio Rico y dijo que «el último año no ha sido fácil para la asociación», que de todos modos ha logrado mantener «la calidad y la dignidad» de la temporada de ópera del Campoamor.

Destacó las producciones propias, la calidad de la OSPA y de «Oviedo Filarmonía», del coro de la ópera y de los cantantes e indicó que las subvenciones habían bajado un 55 por ciento. En ese sentido recordó que el Ayuntamiento de Oviedo era el único que las mantenía. El precio de las entradas está congelado, dijo, y si suben es porque sube el IVA. Jaime Martínez recordó a dos asociados recientemente fallecidos, Gerardo Herrero y Ricardo Pedreira, e insistió en que la ópera carbayona «está en un equilibrio inestable al límite».