La Asociación Lírica Asturiana «Alfredo Kraus», dentro de los actos en conmemoración del doble bicentenario Wagner-Verdi, ha organizado una conferencia-concierto, impartida por el musicólogo Giovanni Vitali (responsable de comunicación institucional del Maggio Musicale Fiorentino), e ilustrada musicalmente por la soprano Diana Mian y la pianista Yolanda Vidal. Giovanni Vitali repasó la vida de Verdi y las etapas de su obra con sencillez y claridad; su palabra amena fue muy apreciada por el público, que ya sabía de sus virtudes como conferenciante por presencias suyas anteriores en Asturias. La sorpresa admirativa surgió ante las intervenciones ilustrativas de Diana Mian, con la competente y ajustada colaboración de Yolanda Vidal, ducha en este oficio.

Desde el principio pudo comprobarse que la joven soprano italiana posee un instrumento vocal importante. Voz en conjunto lírica, pero cuya especial belleza de timbre y terciopelo oscuro en centro y graves hace esperar una posible inclinación hacia un repertorio más dramático. Diana Mian cantó impecablemente, con expresivo fraseo, tres de las canciones verdianas dedicadas (en 1838: plena juventud) al conde Fagavrosa, con las que Giovanni Vitali quiso ilustrar ciertas tendencias ya muy tempranas del compositor. La preciosa y difícil aria de «Medora» («Egli non riede ancora? Non so le tetre immagini») de «Il Corsaro» nos dio la medida de su identificación con las sopranos «dramático-ágiles» del primer Verdi. Luego, el «Addio del passato» de «La Traviata» le dio ocasión para lucir, sobria pero eficazmente, un sentido fraseo y una excelente graduación de intensidades. Cualidades que reaparecieron en la escena de Desdémona del acto final del «Otello» («Canción del sauce» y «Ave María»), midiendo siempre la expresión y las regulaciones del volumen.

Ya como regalo final nos ofreció un «Bolero» de «I Vespri siciliani» en el que se permitió alardes de agilidad, «de fuerza» y algún espléndido ligado de frases en un solo fiato, que añadieron a su muy competente y sobria actuación hasta aquel momento un plus virtuosístico que acabó de rendir a un público ya muy favorable, quizá haciéndole desear que aquella magnífica voz, ahora más poderosa que nunca, estuviera sonando en el espacio amplio de un gran teatro. Como hemos dicho, Yolanda Vidal acompañó con su conocida competencia a esta Diana Mian cuyo peso vocal e interpretativo es ya muy considerable, y a quien todos nos hemos quedado con ganas de volver a escuchar en Oviedo: los aplausos y bravos así lo subrayan.