El cierre del viejo hospital ha dejado un enorme vacío en el Cristo y es necesario poner en marcha un ambicioso plan a largo plazo para paliar los efectos del traslado, pero también se requieren soluciones inmediatas que ayuden a minimizar el impacto producido por la ausencia de un gigante sanitario que movía "a no menos de 15.000 personas al día". Al menos eso es lo que sostienen los vecinos y hosteleros de la zona, que como primera medida para frenar la hemorragia solicitan más aparcamientos, a poder ser gratuitos, que hagan atractivo el barrio para el visitante. En ese sentido, los colectivos de la zona exigen que se abra al uso público el parking en superficie del HUCA, un estacionamiento que en su opinión "serviría para que fuese mucho más fácil venir al Cristo", explicó Juan José Suárez, un hostelero con negocio frente a la Facultad de Medicina.

Así lo quieren en el Cristo y así se lo trasladaron ayer a tres concejales del Ayuntamiento, que asistieron a la primera de una lista de reuniones que hay previstas entre las partes para tratar de consensuar alternativas al cierre del hospital. Escuchar las propuestas del barrio es una prioridad para el Consistorio y por eso el alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, ha creado un equipo de trabajo integrado por cinco ediles que estarán "en permanente contacto" con los colectivos de la zona. "Trasladaremos al Principado la propuesta del aparcamiento, pero hay que recordar que ellos son los que tienen la última palabra. Nuestra intención es hacer todo lo que nos compete a nosotros y trasladarle el resto de lo que pide el barrio al Gobierno regional para que asuma su parte", explicó Gerardo Antuña, uno de los concejales que forma parte del "equipo del Cristo".

Pero para abrir al público el parking del hospital son necesarios al menos dos requisitos: que la zona cuente con seguridad y "encontrar alguna fórmula para que ese aparcamiento no se convierta en un solar en el que haya coches estacionados durante días sin moverse", señaló Gerardo Antuña. La primera condición no es un problema porque el Consistorio está dispuesto a asumir la vigilancia en el entorno del parking. "Si eso se abre las patrullas de Policía podrían frecuentar la zona y pasar por el aparcamiento como hacen en otros sitios", aseguró Antuña. La segunda de las cuestiones, la de fomentar la movilidad en el estacionamiento, se estudiaría una vez obtenido el visto bueno del Principado. "Ahora mismo no se puede concretar nada, habría que plantear todas las posibilidades, pero podría ser una gestión similar a la que existe ahora", explicó Gerardo Antuña. Actualmente el aparcamiento lo controlan trabajadores con discapacidades del 35 al 66 por ciento y los usuarios pagan "la voluntad" por estacionar.

Los vecinos y hosteleros también pidieron ayer que se retiren algunas zonas de carga y descarga y que se revisen las calles en las que hay zona azul. "Es evidente que hay un cambio de polaridad en la ciudad y que ya no son necesarias tantas zonas azules en el Cristo. Seguro que se quitan algunas, pero eso tendrán que estudiarlo los técnicos", subrayó el edil. Otra de las medidas solicitadas ayer por los distintos colectivos es "la apertura del paso que comunica la Facultad de Medicina con el centro de salud para evitar hacer enormes rodeos", explicó el hostelero Juan José Suárez. A ese "paso", muy usado sobre todo por vecinos y estudiantes, se accede por el interior del aparcamiento del HUCA.

No obstante, la actuación en el barrio "no va a ser cosa de un solo día", como señaló Ramón del Fresno, presidente de la Asociación de Vecinos del Cristo. Los colectivos que ayer asistieron a la reunión quieren que los terrenos del viejo HUCA "sigan teniendo la misma calificación y se destinen a servicios públicos como hasta ahora". Ayer salieron a colación proyectos como el de la Ciudad de la Justicia u otras alternativas de carácter sanitario, aunque los grandes planes se irán moldeando con el tiempo. "Hay quien quiere que se tiren los edificios, otros dejarlos como están. Existen colectivos que plantean que en la zona se fomenten proyectos ligados a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)... Todo va a ser escuchado y contaremos con cada una de las opiniones", destacó Antuña. La frecuencia de las reuniones aún no está fijada, "aunque habrá al menos una cada dos semanas", confían los vecinos.