Rubén Rosón sigue la normativa municipal a pie juntillas para justificar que el Ayuntamiento prescinda de los trabajadores de la empresa La Auxiliar de Recaudación ante el objetivo del tripartito de devolver el servicio de cobro de tributos de Oviedo a manos públicas. El concejal de Economía aseguró ayer que es "inviable" que el Consistorio subrogue a esta plantilla porque sus trabajadores deben cumplir con los requisitos de acceso al empleo público establecidos por el ordenamiento jurídico, de modo que "sólo les queda demandar al Ayuntamiento" para conseguir lo que quieren.

El edil hizo estas declaraciones tras la presentación del proyecto "Euroempléate II" durante un turno de preguntas marcado por la polémica de La Auxiliar de Recaudación. Rosón explicó que el gobierno local está a la espera del informe definitivo del ente público de servicios tributarios para saber si es posible firmar un convenio con el Principado que permita cambiar la gestión. Es decir, si para el municipio esta opción es más barata o rentable económicamente que mantener su contrato con La Auxiliar. En caso contrario, el edil aseguró que hay dos opciones: "O bien licitamos un nuevo contrato o bien prorrogamos el actual con La Auxiliar de Recaudación".

Sin pelos en la lengua, Rosón comentó que "por mucho que entienda la situación de los trabajadores, la responsabilidad de recolocarlos o de indemnizarlos es de su empresa, no de este Ayuntamiento, que lucha porque la recaudación sea cien por cien municipal".

El informe del ente público de servicios tributarios estará listo esta semana, por lo que la decisión final del tripartito sobre la posibilidad de mantener o prescindir de la plantilla de La Auxiliar se dará a conocer a principios de octubre.