Otra empresa se suma a la carrera por instalar almacenes de energía en Oviedo

El grupo, que controla a la asturiana Rioglass Solar, solicita permiso para una planta en La Corredoria y tres en la zona de Los Arenales

Subestación eléctrica de La Estrecha, en La Corredoria.

Subestación eléctrica de La Estrecha, en La Corredoria. / LNE

Chus Neira

Chus Neira

El carrera en el despegue de las plantas de almacenes de energía con pilas de litio sigue imparable en Oviedo. Según el procedimiento de información pública del que daba cuenta ayer la Consejería de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, una nueva empresa, Atlántica Energía Sostenible España, S. L. ha solicitado autorización para cuatro de estas instalaciones en el municipio.

Atlántica, grupo que es el principal inversor de la asturiana Rioglass Solar, plantea, según la documentación hecha pública ayer, cuatro plantas de energía que suman una inversión de más de 37 millones de euros. De estas cuatro instalaciones, una estaría ubicada en La Corredoria, en la antigua fábrica de cerámica de Cemesa, en Pontón de Vaqueros, con enganche en la subestación de La Estrecha y las otras tres en la zona de Los Arenales, con acceso a la subestación de San Esteban.

La autorización de estas instalaciones, indican fuentes municipales, es un paso previo al despliegue definitivo de estos almacenes de energía, que está supeditados ahora a la resolución de la línea de ayudas de los planes IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía). Precisamente, explican, se espera que estas subvenciones se resuelvan en las próximas semanas y a partir de ahí se podrá saber con mayor certeza cuáles de todos los proyectos presentados en Oviedo tomarán forma definitiva.

Hasta ahora, ya se sabía que el Principado tramitaba tres proyectos planteados por dos grupos empresariales en La Corredoria, el de Grenergy y la sociedad Remina Investments. En este caso suponían una inversión total de 150 millones de euros y se instalarían en la antigua tejerea y en una parcela próxima al convento de Santa Gemma, en Pando.

La Coordinadora Ecoloxista alerta de contaminación electromagnética y pide estudios previos en la región

Fuentes del área de Infraestructuras y Planeamiento que dirige el concejal Nacho Cuesta explicaron que la carrera por el despliegue de este tipo de infraestructuras puede suponer cierto caos y problemas de regulación, pero que en el caso de Oviedo el equipo de gobierno se ha adelantado a estos problemas, identificando las mejores zonas para instalar estos almacenes y negociando con las empresas su organización dentro de esos terrenos.

En concreto, en Oviedo las dos ubicaciones han sido la antigua tejera en la zona más próxima a la subestación de La Corredoria y una parcela grande cerca de Los Arenales, y próxima a la subestación de San Esteban. En el primer caso, las posibilidades de encontrar un área próxima a la subestación de La Estrecha que permitiera acoger este tipo de infraestructuras era difícil, al estar la mayoría de las fincas afectadas por la zona de especial protección del Monte Naranco. No sucedía así con los terrenos de la antigua tejera, una isla en ese con una calificación urbanística que ya amparaba el uso.

Algo similar sucede en Los Arenales, con suelo uno urbanizable pero que permite usos industriales. En ese sentido, el Ayuntamiento habría indicado a las empresas interesantes ubicarse en dichas zonas o en parcelas colindantes. Tanto en un caso como en otro, explican en Infraestructuras, son terrenos de antiguas zonas de canteras, que han sufrido procesos industriales y que ya tienen líneas de alta tensión, lo que supondrá mayor facilidad para conectarse a la red principal.

Aunque hay otros proyectos en marcha en la región y ayer mismo el Principado anunciaba también el proceso de autorización para una infraestructura de este tipo en Las Regueras, Oviedo aspiraba a convertirse en uno de los proyectos de acumuladores de energía más ambicioso de toda España.

En La Corredoria hay, al menos, 300 megavatios "sobrantes" que ya están autorizados por Industria para este tipo de plantas de almacenaje. Las empresas que optan a desarrollar los proyectos cuentan, además, con la posibilidad de optar a los fondos europeos de del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que financian equipamientos que contribuyan a mejorar la estabilidad del sistema eléctrico y a la seguridad de suministro.

La base de estos almacenes de energía es sencilla. La red no es estable y tiene momento de pico (exceso de demanda) y valle (excedente de energía). Los almacenes de energía chupan los megavatios autorizados cuando hay sobrante y los devuelven cuando hay necesidad (demanda). Según los planes europeos, se trata de convertir el almacenamiento en "un pilar esencial de la transición ecológica", permitiendo "aportar flexibilidad a la generación renovable, contribuyendo a la seguridad, fiabilidad y calidad del suministro" y aportando "estabilidad" a la red.

Desde la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, Fructuoso Pontigo, demandó ayer una "ordenación territorial bien diseñada y sin demora" de estas plantas de almacenaje de energía (BESS, en sus siglas en inglés). "No puede quedar en manos de los intermediarios eléctricos en las zonas rurales debido al impacto que conllevan sin advertir a los residentes, que luego se van encontrar con este desagradable vecino al lado de sus casas cuando se pongan a construirlo", argumentó. La Coordinadora pide al Principado un estudio previo y alerta de la "fuerte contaminación electromagnética" que pueden conllevar estas plantas.

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