Sergio Egea había manifestado en los días previos al partido de Huesca la importancia de que el equipo se siguiera comportando tan fiero en defensa como en las últimas semanas. La zaga solventó la papeleta con nota y Esteban apareció cuando fue necesario. El resultado, ese 0-1, hace que los de Egea hayan recibido un solo gol en los últimos cuatro partidos. Lo que era el mayor problema del Oviedo es ahora una de sus armas más fiables. Las consecuencias del buen rendimiento defensivo se notan en la tabla: el Oviedo alcanza aunque sea de manera provisional la zona de play-off, a un punto de los líderes, Osasuna y Córdoba, que juegan hoy ante Valladolid y Tenerife respectivamente. De esos resultados depende la distancia de los azules con el ascenso directo.

La victoria fue especialmente celebrada por la representación de seguidores azules que se encontraban en las gradas de El Alcoraz. A pesar de la distancia y de que el clima no ayudaba (viento e intenso frío durante toda la jornada en Huesca), en torno a un centenar de oviedistas estuvieron presentes en el partido de ayer. Entre los asistentes, destacaron los integrantes de la Peña Oviedista de Barcelona. También estuvo en Huesca la peña Arturo Elías, en el que fue el primer desplazamiento de los aficionados de este grupo en la presente temporada.

El resultado supone además para los azules una importante dosis de moral en un momento de la temporada exigente. Los de Egea habían empezado a lucir rendimiento en el Tartiere pero atravesaba un momento menos bueno lejos de casa. Había pedido en Ponferrada (4-2) y Soria (1-0) y se enfrentaba ahora a dos partidos consecutivos fuera de casa, Huesca y Córdoba. La victoria, unida a la de la anterior semana ante el Nàstic, servirá para que los de Sergio Egea afronten el choque de El Arcángel con las mejores perspectivas.