Oviedo, M. S. MARQUÉS

El consejero de Salud, Ramón Quirós, rechazó ayer en el Parlamento asturiano durante la evaluación del plan de drogas del Principado elevar la edad para el consumo de alcohol a los 18 años. Y fundamentó su rechazo argumentando que el alcohol es una sustancia legal y que sería «ineficaz» subir la edad para el consumo de los 16 a los 18 años porque la realidad es que los jóvenes comienzan a beber muy por debajo de los 16 años.

Uno de los objetivos del plan de drogas, según el Consejero, es proponer medidas eficaces. «Hay que invertir y concentrar los esfuerzos en lo que funciona y elevar la edad para comprar o consumir alcohol no dará resultado porque en España es una sustancia muy accesible. Retrasar la edad de inicio cuando sabemos que está en los 13 años no va a cambiar las cosas».

El planteamiento de Ramón Quirós no contó con la aprobación del diputado del PP Carlos Galcerán, partidario de elevar la edad legal para la compra de alcohol a los 18 años. «Somos la única comunidad española que permite el consumo a menores de esa edad», dijo.

Para defender su propuesta, Galcerán se apoyó en la opinión de expertos como el fiscal antidroga, José Perals, que, según el diputado, «mostró su criterio en esta misma dirección y tachó de incongruencia la divergencia entre lo que dicen los contenidos del plan y lo que se lleva a la práctica».

Quirós, que estuvo acompañado durante la comparecencia de la directora de Salud Pública, Amelia González, y del director del plan de drogas 2010-2016, José Ramón Hevia, insistió en su defensa de mantener la edad legal de consumo de alcohol en los 16 años «porque incrementarla sería criminalizar y dejar a los jóvenes fuera de la ley». Para el Consejero lo esencial no es tener normas, sino tener «normas eficaces y vigilarlas». En este sentido habló de que en Asturias hay 15.000 establecimientos donde hay evidencias de que se vende alcohol a menores, ejemplo con el que quiso mostrar la dificultad de llevar a cabo una política de control y vigilancia eficaz. Añadió que con la ley actual, que data de 1990, sólo se han registrado hasta la fecha 34 denuncias por venta a menores.

El diputado Carlos Galcerán afirmó que Quirós trata de «justificar lo injustificable». A su juicio, la edad legal para el consumo de alcohol es una de las contradicciones del plan de drogas contra la que está dispuesto a luchar y aseguró que considera «un reto hacer frente al imparable consumo de alcohol en Asturias».

Otro de los aspectos del plan evaluado ayer fue el relacionado con la perspectiva de género. Amelia González lo subrayó como una característica porque, según dijo, ni se consume de la misma manera ni los perfiles son los mismos. Aunque «la pastilla sea la misma, existen determinantes sociales para las diferencias entre drogodependientes hombres y mujeres», señaló.

A su entender, es diferente la accesibilidad al tratamiento. «A las mujeres drogodependientes ni se les mira igual socialmente ni se les interpreta igual cuando acceden a los servicios sanitarios», dijo. Amelia González considera la singularidad con que el plan trata la perspectiva de género como una de las aportaciones más importantes del plan para tener un nuevo enfoque sobre las adicciones.

La diputada de IU Diana Camafeita acogió como un elemento a tener en cuenta la apuesta por la perspectiva de género en el plan. Añadió que al plan no le falta nada, «parte de una evaluación, de un análisis muy contextualizado de las necesidades actuales y de un enfoque muy laico de la realidad».

Más crítico fue Galcerán, con la «desidia mostrada por el Gobierno, que necesitó ocho años para sacar adelante el programa». Añadió que, a pesar de que recoge muchos de los argumentos solicitados por el PP, «es tan genérico que podría ser asumido por cualquier Administración». El diputado exigió un mayor impulso para los planes municipales de drogas, «a los que falta coordinación, evaluación rigurosa y perfiles profesionales».