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Toneladas de comida a la basura

Cada asturiano desperdicia al año más de kilo y medio de alimentos en perfecto estado: una campaña en la región busca rebajar las cifras del despilfarro

Una bandeja de pinchos en la cafetería Positano, ayer, en Oviedo, para que puedan ser recogidos y consumidos por personas que lo necesiten. MIKI LÓPEZ

Los asturianos tiran a la basura todos los años más de 1.600 toneladas de alimentos envasados sin desprecintar o fruta en buen estado. Más de kilo y medio por asturiano. Se trata de productos perfectamente consumibles y alejados de las fechas de caducidad, que van a parar a las bolsas negras, las de la basura no reciclada que acaba en el vertedero de Cogersa. Reducir esa estadística es uno de los objetivos de la Semana Europea de Prevención de Residuos que se celebra estos días en Asturias, con más de un centenar de actividades, ochenta y seis instituciones (empresas, entidades, colegios...) y en veinticuatro municipios de la región.

Tiramos comida en buen estado en las casas, en los supermercados, en los bares y cafeterías... Pero hay alternativas para evitar esta sangría absurda. El 11 de septiembre de 2015 un establecimiento hostelero ovetense, la cafetería Positano, puso en marcha una iniciativa que dio la vuelta a España: entregar gratis y bien empaquetados a quienes lo necesiten los pinchos que no se vendieron durante la jornada.

-¿Cómo les ha ido la experiencia?

-Muy bien, sin ningún problema. Nos consta que hay establecimientos en Oviedo y en Gijón que han secundado la iniciativa. Buscábamos precisamente eso, que cundiera el ejemplo, porque es una pena que comida en muy buen estado acabara en la basura.

Lo dice Eduardo López, quien calcula que en estos catorce meses se han podido repartir, a razón de cuarenta a la semana, unos 2.300 pinchos.

López está orgulloso de cómo una pequeña iniciativa como la suya generó sinergias de solidaridad: "Hay clientes que piden su consumición y que pagan 'un pincho para dejar por la noche', o los responsables del colegio Veneranda Manzano, que está aquí al lado, y que cuando organizan fiestas colegiales nos traen la comida que sobra para que nosotros la podamos repartir. Una vez nos llamó un señor de Santander y nos envió cien euros para pinchos. Había leído nuestra campaña en Facebook y quiso colaborar de forma absolutamente anónima. Desde septiembre del año pasado nos vieron en Facebook 3,2 millones de personas".

Una cifra para asustar: cada habitante de la Unión Europea genera 179 kilos de residuos alimentarios. En total 89 millones de toneladas, y de seguir este ritmo nos pondremos en el año 2020 con 126 millones de alimentos a la basura. Lo dice la UE, que desgrana ese desperdicio: el 42% se tira desde casa, el 39% se va al contenedor desde la industria alimentaria, otro 14% desde los locales de restauración y el resto desde las empresas de distribución.

Una de las novedades de la Semana de Prevención de Residuos es la presentación de la plataforma digital "Coomida", para facilitar a particulares, hosteleros, distribuidores y productores la donación a entidades solidarias de alimentos en buen estado que no se vayan a consumir.

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