San Fulgencio (Alicante),

E. DE GEA

Una mierense de 50 años, R. A. S., ha sido detenida en la localidad alicantina de San Fulgencio después de apuñalar a su marido en el pecho con un cuchillo de cocina, durante una discusión en el chalé adosado en el que viven desde hace unos pocos meses. El hombre, J. M. N. V., que tiene unos 60 años, sufrió las lesiones el martes por la noche y continúa ingresado en la unidad de cuidados intensivos (uci) del Hospital Comarcal de Torrevieja, en estado grave.

La mujer propinó la puñalada a la hombre en un costado y alcanzó un pulmón. El herido se encuentra con respiración asistida y está evolucionando favorablemente dentro de la gravedad, según fuentes hospitalarias. La esposa permanece detenida en el cuartel de la Guardia Civil de Guardamar del Segura, cuyos agentes de la Policía judicial investigan lo ocurrido como un posible caso de violencia de genero.

Los hechos tuvieron lugar hacia las 21.00 horas del martes en una vivienda situada en la calle Duero de la urbanización «La Marina» de San Fulgencio, adonde la pareja había llegado unos días antes. El matrimonio reside habitualmente en Mieres (Asturias). Al parecer, según las declaraciones de la mujer, que podría ser acusada de un delito de lesiones o bien de un homicidio en grado de tentativa, la agresión se produjo porque «se reía de ella» y era objeto de «malos tratos», al parecer psicológicos, por parte de su esposo, aunque no hay constancia de denuncias previas. Según ha podido saber este medio, la mujer estaba molesta y celosa de su esposo porque «le había engañado con otra mujer y no le había pedido perdón». El matrimonio se había separado un tiempo y había retomado la relación.

Tras el apuñalamiento, que se produjo en el salón de la vivienda, la mujer dio conocimiento de los hechos llamando al 112 del servicio de Emergencias y desde allí se informó a la Policía Local de San Fulgencio. Según estas fuentes, la mujer aseguró que «si no llegaban rápido le iba a dar otra puñalada», según fuentes del Ayuntamiento.

Los agentes, al llegar al lugar de la agresión, comprobaron que el hombre se encontraba consciente y tendido en el suelo en un charco de sangre, y la mujer, a escasos metros, esperándolos muy nerviosa. La Guardia Civil procedió a detener a la mujer, no sin antes resistirse ésta a ser esposada. La presunta agresora reclamó antes de ser trasladada al cuartel de la Benemérita de Guardamar del Segura que la dejaran llevar consigo un bolso de maquillaje.

El cuchillo con el cual se produjo supuestamente la agresión fue localizado en la misma casa. Había sido lavado. Según un vecino, la mujer se desmayó antes de ser detenida. Un hijo del matrimonio, residente en Madrid, se desplazó hasta San Fulgencio.