El mejor Sporting está de vuelta. Se vio ayer con una contundente victoria (3-0) ante el Alcorcón que indica que Rubén Baraja ha encontrado el camino que se venía buscando desde hace meses. Los rojiblancos fueron un conjunto agresivo, solidario, intenso, rápido en el repliegue, comprometido en las ayudas, fluido en la circulación, temido en el balón parado... Fueron tantas cosas, que pasó lo que tenía que pasar. La oportunidad de volver a disfrutar en El Molinón se convirtió en el mejor homenaje para los sportinguistas que están y para los que se han ido sin necesidad de minutos de silencio. Le digo a usted, señor de guardia. Y el que quiera entender, que entienda.

El Sporting vuelve a disfrutar

El Sporting rescató en la primera parte sus mejores virtudes para dominar de principio a fin a un Alcorcón que apenas dio trabajo a Diego Mariño. Los rojiblancos tuvieron la paciencia suficiente para encontrar los espacios; supieron defenderse a través de la posesión; nublaron la salida de balón rival con una presión asfixiante y ordenada e incluso recuperaron la capacidad de intimidar a balón parado, fortaleza que empezaba a darse por perdida. Así llegó el gol que inauguró el marcador, con el añadido de la involuntaria ayuda de Dorca y tras varios avisos con Álex Pérez, en muchos de ellos, como protagonista.

La autopista de Isma y Rubén

En un primer periodo en el que el Sporting se mostró cómodo con el balón por primera vez muchas semanas después, la profundidad del juego por las bandas ejerció como la mayor evidencia. Si Carmona y Calavera ofrecieron por el costado diestro internadas destacables, lo de Rubén García e Isma López por la izquierda fue una auténtica autopista. Se beneficiaron del trabajo del equipo y también de una sintonía en la que el navarro puso la velocidad y el valenciano, el ingenio. Jony, llegado para reforzar ese flanco, tomó nota.

Carmona hace justicia

El Sporting se marchó al descanso con menor renta de la que mereció sobre el césped. El solitario tanto de Dorca, en propia puerta, era escasa ventaja para el trabajo del equipo y para atar el tercer triunfo consecutivo en casa. El segundo pudo llegar con un fuera de juego pitado a Castro que no era, o en una internada de Isma López en la que el rojiblanco se precipitó al intentar buscar al de Ujo cuando tenía pasillo suficiente para fusilar a Casto, meta visitante. Hubo que esperar al inicio de la segunda parte. Carmona hizo justicia colocando en la escuadra un balón en la frontal que le sirvieron en bandeja Castro y Rubén García.

Media hora para Jony

Los cariñosos aplausos que recibió cuando bajó del autocar; cuando fue anunciado por el videomarcador y cuando saltó a calentar se quedaron pequeños. Jony vivió su debut como rojiblanco esta temporada en medio de una ruidosa bienvenida a falta de veinticinco minutos para el final que, con el descuento, se quedó en una generosa media hora. El cangués, que sustituyó a Castro y actuó como extremo izquierdo, enviando a la mediapunta a Rubén García, estuvo voluntarioso y pudo marcar. Fue en una acción en la que pareció buscar el centro hacia Santos, pero el envío se envenenó y obligó a Casto a meter la mano para evitar que se fuera para dentro. Le falta la chispa que sólo da jugar todos los domingos. Y esa chispa, en el fútbol de Jony, es mucho.

Calavera abre el lateral

La lesión de Calavera le deja fuera de los planes para Lugo y vuelve a debilitar un puesto en el que nadie acaba de consolidarse. Con Lora afinando su vuelta después de desaparecer del equipo tras caer lesionado en la visita a la Cultural, Juan Rodríguez, central reconvertido en lateral, está llamado a volver a asumir la responsabilidad.

Santos, echa un culín

Michael Santos no para. Marcó por cuarta jornada consecutiva, sumó su undécimo gol y cumplió con su compromiso con LA NUEVA ESPAÑA celebrando uno de sus tantos simulando echar un culín de sidra. El gesto, más allá del origen, es el mejor resumen de su estado anímico y su grado de implicación.

El Molinón espera al filial

El final del partido dejó un curioso detalle, acontecido incluso antes de que el público dedicara una merecida ovación a los jugadores por el contundente triunfo ante el Alcorcón. El club, a través de la megafonía, recordó a la afición que este mediodía vuelve a haber partido en El Molinón, el que enfrentará al filial con el Mirandés, con el liderato de Segunda B en juego. El mensaje terminó con un sugestivo "os esperamos, sportinguistas".

Baraja cambiará la norma

El Pipo empieza a convertir los detalles en norma. El entrenador del Sporting mantuvo el mismo once que venía de ganar la pasada jornada, ante el Córdoba. Algo que ya sucedió después del anterior triunfo del técnico vallisoletano en el banquillo gijonés, al apostar en Granada por los mismos jugadores que se habían impuesto, una semana antes, al Tenerife en El Molinón. En el Anxo Carro, la baja segura de Calavera le hará cambiar la norma. La visita a Lugo es una invitación indudable a abrir el canal historia. ¿O no? Hasta siempre, Maestro.