Roma, J. MORÁN

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, declaró ayer a LA NUEVA ESPAÑA que encabezaba la delegación oficial española en las beatificaciones con «mucho sentido de responsabilidad y voluntad de perdón y reconciliación: eso es lo importante». El Ministro agregó que el Gobierno, «con unas relaciones fluidas con la Santa Sede y la Iglesia católica no podía estar ausente en un momento tan importante para tantos españoles».

Al ser preguntado por su condición de católico practicante, Moratinos asintió. «De todas formas yo represento aquí al Gobierno. Es indudable que el fuero íntimo es importante, pero no hay que intercambiar lo que es el sentimiento, la espiritualidad que es personal, con lo que es la representación del Gobierno», indicó.

Junto a Moratinos, encabezaron la delegación gubernamental el embajador de España cerca de la Santa Sede, Francisco Vázquez; el subsecretario de Asuntos Exteriores y Cooperación, Luis Calvo, y la directora de Asuntos Religiosos, Mercedes Rico.

Asistieron también autoridades de las comunidades autónomas, aunque ninguna de Asturias, lugar de nacimiento de 25 de los 498 beatos. La comunidades presentes fueron las de Valencia, Castilla y León, Madrid, La Rioja, Castilla-La Mancha, Andalucía y Cataluña.

Asimismo, hubo representación de los ayuntamientos de Málaga, Guadalajara, Valencia, Madrid, San Lorenzo del Escorial, o Fuensalida (Toledo), entre otros. Y también estuvieron presentes seis diputados del PP y uno del PSOE, Juan Andrés Torres Mora, pariente de uno de los beatos y promotor de la ley de la Memoria Histórica.

Moratinos también comentó a este periódico que la cena ofrecida en la Embajada por Francisco Vázquez la noche anterior, «con diez cardenales y 42 personas en total», había resultado «extraordinaria y con un ambiente muy bueno». El Ministro agregó que «ellos mismos», refiriéndose a los eclesiásticos, «podrán expresar su parecer sobre una intervención en la que cité lo que le plateé al Papa Benedicto XVI de que el perdón y la reconciliación deben ser la línea que nos debe conducir a superar estos momentos».

A la cena de la Embajada asistieron los cardenales de la curia Alfonso López Trujillo, Darío Castrillón Hoyos, Bernard Francis Law, Julián Herranz, Jean Louis Tauran, Andrea Cordero Lanza di Montezemolo; y los españoles Carles, Rouco, Amigo Vallejo, y Cañizares.

También Dominique Mamberti, Justo Mullor, Félix del Blanco, Cipriano Calderón, Marcelo Sánchez Sorondo, Javier Echevarría Rodríguez (prelado del Opus Dei), entre otros. Los arzobispos españoles presentes fueron Blázquez, Yanes, Montero, Martínez, Barrio, Pujol, Rodríguez Plaza, Pérez González, García Aracil, Sistach y Carlos Osoro, arzobispo de Oviedo.