Ser un personaje público supone, y esto lo saben bien nuestros políticos, recibir los halagos pero también los desprecios de los ciudadanos. Y más si se abre una vía fácil y rápida de comunicación como el Twitter. En los últimos días, metidos ya de lleno en la campaña electoral, a los representantes asturianos de los diferentes partidos políticos les han llovido los comentarios a través de internet. El más perjudicado ha sido, sin duda, el diputado de Izquierda Unida por Asturias Gaspar Llamazares, quien, lejos de huir de los insultos, los ha «retuiteado» para que todos sus seguidores vieran las lindezas que en ocasiones le dedican algunos tuiteros. «No te equivoques, sólo defendéis a los trabajadores que no creen en el esfuerzo», le reprochaba una internauta al político. «Y pensar que me levanto a las 6.30 para pagarte el sueldo y que digas estupideces», contraatacaba otro bloguero. Llamazares cuenta con más de 60.000 seguidores en el Twitter y asegura que está habituado a las críticas, aunque dicen que de las calumnias siempre queda algo. ¿Recuerdan cuando uno de los fundadores de Foro Asturias le llamó imbécil? De esto hace ya un año. Lo cierto es que Llamazares no está teniendo suerte en esta campaña tuitera, en la que no figura como candidato, pero, sin duda, es uno de los pesos pesados de Izquierda Unida. Tanto Javier Fernández como Cherines reciben ánimos a través de la red, al contrario que el líder de IU. Al buen tiempo, mala cara. Los responsables de comunicación de la coalición iniciaron la campaña hace días con unos vídeos de «Star Wars» subtitulados en los que los protagonistas hablaban de la situación política en Asturias. Consiguieron su objetivo de llegar al público, y no lo decimos por los siete diputados regionales que les otorga el CIS en la encuesta previa a los comicios asturianos, sino por las casi 10.000 visitas que tiene el primero de estos vídeos en la red. Todo un éxito.