Oviedo, M. J. IGLESIAS

El gochu asturcelta es la solución a la recuperación de las 300.000 hectáreas forestales que hoy son improductivas en Asturias. Así lo indicó ayer el investigador del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario, Serida, Alejandro Argamentería, coordinador de la guía y el manual de la raza porcina autóctona asturiana, que fueron presentados ayer en Oviedo.

Argamentería, artífice de la recuperación de la raza, a partir de los siete ejemplares que llegaron al Serida en 2005, reveló que la extinción de la especie en la región vino motivada por errores humanos. «La clave fue una alimentación desequilibrada», señaló. «Por eso es importante criarlos en extensivo, y un hábitat ideal son los bosques de castaños», apuntó. José Manuel Iglesias, presidente de la Asociación de Criadores, recalcó que este año, por primera vez, «la cría de cerdos asturceltas ha generado beneficios y no ha costado nada a la sociedad asturiana. Ahora podemos sacar pecho porque ya generamos riqueza». Tanto Begoña de la Roza, directora del Serida, como Argamentería, coincidieron en que el objetivo del porcino astur no es competir con el ibérico. «Son productos distintos», señalaron. De hecho, no coincide ni la terminología para designar el tipo de productos de las dos clases de porcino.

El consejero de Agroalimentación en funciones, Albano Longo, recalcó la buena fama que tienen los productos de cerdo asturiano y abogó por seguir fomentando la raza, con un censo actual que supera los 3.000 ejemplares, según datos ofrecidos por Iglesias.