Oviedo, L. Á. VEGA

La aplicación de móvil «Gossip» («rumor», en inglés), que pretendía ser un confidencial para divulgar información fetén sin matar al mensajero, se ha convertido en objeto de crítica por parte de padres de alumnos y profesores, que la acusan de fomentar el acoso escolar, especialmente en Cataluña, que es donde primero se extendió esta nueva red social. Esta «app» (aplicación) de cotilleos, diseñada por la empresa Crows&Dogs de Barcelona, de la que forman parte el ovetense Jorge González, el gallego Ignacio Espada y el catalán Oriol Blanc, se ha convertido en un auténtico fenómeno viral, de forma que, en menos de dos meses, ha logrado incorporar a 37.000 usuarios, 11.000 de ellos sólo en la última semana. No son los cien millones de Facebook, pero empieza a hacerse un nombre. Buena parte de los usuarios son adolescentes, algunos de los cuales, señalan sus diseñadores, «no han entendido bien la aplicación».

Y es que en vez de cotilleos, se han difundido insultos y amenazas entre los chicos, que Crows&Dogs está tratado de cortar por lo sano mediante un programa robot que bloquea las palabras injuriosas y otros vocablos del argot de los adolescentes actuales. En cualquier caso, Jorge González sostiene que «la aplicación no se diseñó pensando en los menores» y se pregunta «qué hace un niño de 12 o 14 años con un móvil».

La cosa llegó a ponerse tan seria que los 19 centros de la Escuela Pía Catalunya, una red concertada, activó un protocolo de protección al dispararse los incidentes en centros de Mataró, Tarrasa y Barcelona a cuenta de los mensajes de «Gossip». En algunos casos, se llegó a decir, de forma anónima, que un compañero era homosexual, que determinada alumna les quitaba los novios a sus amigas o que otro alumno le había hecho tocamientos a una compañera. Rumores que no se distinguen demasiado del «bullying» (acoso) puro y duro.

Jorge González asegura que la empresa no ha recibido denuncias, «pero sí muchas amenazas de padres con ponerlas». El ovetense asegura que la postura de Crows &Dogs es de «total cooperación, hay bloqueados más de 200 usuarios por sus contenidos inapropiados». Y es que no sólo se controla el vocabulario que se utiliza en «Gossip», sino que los usuarios pueden marcar aquellos mensajes que consideran inapropiados, que son controlados por los operadores y eliminados en caso de que realmente sea ofensivos.

El diseñador ovetense cree que el asunto se ha desmadrado un tanto, toda vez que «el problema no ha sido tanto de "Gossip", como de las páginas de "Informer" en Facebook, que es donde se han puesto barbaridades». «Gossip», añade, es «una especie de Twitter, pero sólo para noticias sociales, y con un alcance geográfico limitado. Se pensó para que lo usasen adultos para colgar rumores, cotilleos de trabajo, chismes de amigos». Se trataba de tener una red social de «microblogging». Y es que no se les ocurrió que podría ser utilizado de forma masiva por esos amantes del cotilleo y la rumorología que son los adolescentes. «Los padres tendrían que intervenir más a fondo en lo que se refiere a la tecnología que utilizan sus hijos», indica González. Y en cuanto a los mensajes injuriosos, este joven considera que se trata de «un problema de educación». «Comprendemos a los padres, alguno ha venido a hablar con nosotros», añade González, que vive a caballo entre Oviedo y Barcelona.

Lo que sí reconocen los diseñadores de la página es que «Gossip» ha tenido mucha publicidad a cuenta de los insultos y amenazas. «Por ahora sólo lo hemos desarrollado en España. En realidad se trata de un programa piloto. Queda mucho trabajo por hacer. Una vez que lo tengamos pulido y lo hayamos corregido, quizá lo traslademos a otros países», indicó González.

El desarrollo de esta aplicación de móvil, que pronto tendrá una web, es otro flanco abierto que tienen los padres respecto al uso de las nuevas tecnologías por su hijos. Encarna García, presidenta de la Asociación Contra el Acoso Escolar, considera que la mejor forma de controlar este nuevo fenómeno es «prohibir el uso de los móviles en el instituto, que es un lugar de estudio». García opina que «deberían instalarse inhibidores de frecuencia en los institutos para que los chicos no pudiesen utilizar el móvil, que es algo que nunca ha hecho falta en un centro educativo». La gijonesa hace un llamamiento a los padres a mentalizarse «sobre lo que ponen en las manos a sus hijos», y muestra estupor por que algunos niños reciban Smartphones el día de su comunión. «¿Qué hace un crío con un móvil con "Whatsapp"?, se pregunta.