Javier Fernández Fernández, secretario general de los socialistas asturianos (FSA) y presidente del Principado, regreso de cantar fuera de concurso en la conferencia socialista que se celebró en Madrid. Como principal conclusión del fin de semana, el PSOE se dijo a sí mismo que ya bastaba de penar, que había que dejar de engordar a IU en intención de voto y que podrían engatusar una vez más a los votantes españoles de izquierda. También que habrá una reunión para decidir cuándo se hacen las primarias. Durante todo el fin de semana se pudo ver a los triunfitos habituales, Eduardo Madina Muñoz o Carme María Chacón Piqueras, y desde hace poco (pero con la pegada de los artistas de Sevilla) Susana Díaz Pacheco, presidenta de la Junta de Andalucía. Al igual que en la presentación del segundo tomo de las memorias de José María Aznar López no fue nadie del gobierno, aunque se dejó ver el pelo José Bono Martínez, que fue presidente del Congreso quien: a) cada día tiene más pelo. b) cada día está más cerca del PP, tanto que, sin demasiada provocación, dijo que prefería entenderse con el gobierno que con el señor Cayo Lara (Moya), coordinador de Izquierda Unida. Al final, Bono prefiere una sanidad privada y una escabechina laboral que una reforma agraria.

Apenas se le vio el pelo a José Luis Rodríguez Zapatero, ex presidente del gobierno, y no porque no lo mostrara sino porque cuando llegó su hora, pasadas las 7 de la tarde, la inmensa sala estaba llena de calvas. Le dieron el final del sábado para explayarse sobre la igualdad, cuando ya se había oído a todos los pesos medios y pesados -incluso a Hugo Morán Fernández y su medio ambiente- y por el cuello apretaba el cansancio y por el estómago, el hambre.

Javier Fernández, barítono de la política, regresó con su cargamento de aplausos y buena parte de sus compañeros asturianos en el asiento del guía de un autocar Llaneza Paraíso Natural, todo muy austero. El apellido tiene resonancias familiares y socialistas porque evoca a Manuel Llaneza Zapico, fundador del SOMA-UGT y si a alguien en el bus se le paso ese detalle, le vino a la cabeza cuando, en una parada, coincidieron con un autocar de Chacón. No ha trascendido si en el viaje de regreso hubo cantos tipo "por el río Nalón, bajaba un bulto extraño, rumbala rumbala, rumbala rún" la canción que anticipó el descenso folklórico del Nalón y que levantaba las suspicacias del siempre suspicaz José Ángel Fernández Villa.