Los voladores de Suarías se escucharon ayer más fuertes que nunca por todo el valle de Peñamellera. Y eso que no se celebraba la fiesta local de San Antonio. La asociación cultural "El Cantu la Jorma" convirtió al pueblo, con poco más de cincuenta habitantes en invierno, en la localidad con más millonarios por metro cuadrado de Asturias, al vender 368 décimos del número 67.065, que obtuvo un cuarto premio en el sorteo de la lotería de Navidad. Traducido: 7,36 millones de euros en premios, de los cuales unos 4 millones han ido a manos de vecinos de la zona.

Pero la fortuna trascendió los límites de Suarías, ya que el colectivo cultural, con 160 socios, vendió décimos y participaciones por todo el concejo, Cantabria, Oviedo, Madrid y hasta en Chile, donde hay una extensa colonia local. Fue el presidente de "El Cantu la Jorma", Juan Manuel Martín Caso, entre otros, quien compró 9.000 euros de lotería en Oviedo. Se vendieron 7.360 euros y el resto fue devuelto a la administración. El premio está muy repartido. De hecho, sólo se vendieron 89 décimos, pues todo lo demás se entregó en papeletas de 4 euros.

Desde la capital ovetense llegó la noticia con el número recién salido del bombo. "Serían las diez y cuarto de la mañana cuando llamó mi hijo para decírnoslo. Yo me estaba lavando los dientes y no podía ni contestar", relató Manuel Soberado, aún emocionado. La noticia corrió como la pólvora por el pueblo y hubo quien, como Gabino Fernández, se enteró por el ruido de la pirotecnia. "Sentí los cohetes y me dije "algo pasa"", relató el afortunado, que corrió a comprobar el número y vio que había sido bendecido por la diosa Fortuna. A Milagros Corao tuvieron que llamarla por teléfono: "No tenía puesta ni la televisión ni la radio, no me había enterado". En su familia tienen tres décimos, uno ella y otro cada uno de sus dos hijos. "Esperemos que haya comprado todo el pueblo y toda Peñamellera", deseó.

En Suarías tuvieron casi que pellizcarse, pues llevan más de una década jugando a la lotería de Navidad y "jamás tocó nada", destacó una vecina y agraciada, Pilar Robles, que repartió el premio por Unquera y Molleda, en Cantabria. Siempre juegan a un número diferente y, aunque pensaron en comprar el de la fecha de la creación de la asociación -fundada en 2001- finalmente desecharon la idea y optaron por el que, azarosamente, les llevó la suerte a casa.

No tardaron en escucharse los corchos de la sidra achampanada volar, los aplausos, las felicitaciones y las expresiones de la mayor alegría del año. Aún es demasiado pronto para decidir dónde gastarán o depositarán el dinero, pero Milagros Corao barrunta que "a lo mejor algún capricho" se dará. Por lo pronto bebidas, polvorones, abrazos y llamadas para celebrar lo que muchos describieron como "un respiro" con la que está cayendo. "Hay tantísimas faltas y necesidades que nunca estuvo tan bien repartido", explicó María Isabel Noriega, la alcaldesa pedánea de Suarías, también afortunada, quien aseguró estar "muy contenta por ver el pueblo feliz".

El premio viajó a Chile, donde viven más vecinos que en el propio pueblo

Dicen que es azar, pero la historia de Suarías más bien parece influida por el karma. El pueblo de Peñamellera Baja tiene a más vecinos viviendo en Chile que en la propia localidad y hasta el país andino viajó un buen pellizco de los siete millones de euros que repartió la asociación "El Cantu la Jorma" con el número 67.065, que se llevó el cuarto premio de la Lotería de Navidad.

Su historia de emigración comenzó en 1812, cuando uno de sus habitantes, don Fernando de la Vega, fue llevando a hijos de familiares y vecinos al otro lado del charco. Poco a poco y con el transcurrir de los años se formó una colonia en Chile mayor incluso que la población que se quedó en Suarías.

El gesto de aquellos emigrantes, que supieron responder ante la necesidad de los vecinos que se quedaron en Peñamellera Baja, hace pensar que algún tipo de destino no escrito les está devolviendo el favor. En 1888 cayó en Suarías una gran nevada que dificultó los ya de por sí precarios medios de vida en aquella época y los emigrantes enviaron barcos cargados de maíz y dinero en metálico para repartir en el valle.

Son los nietos y bisnietos de aquellos trabajadores quienes ahora compartieron el número agraciado con sus vecinos y parientes del otro lado. Milagros Corao destacó lo repartido que estuvo el premio, tanto que "llegó hasta Chile, donde viven muchos del pueblo y siempre piden décimos de la lotería que compramos".

Corao se refirió a las "muchas generaciones" de personas cuyas raíces se hunden en Suarías y mucha la alegría que llevaron en Chile, donde el día estaba a punto de comenzar cuando dieron el premio, pues hay cuatro horas menos.

Aquellos mismos emigrantes que en los siglos XIX y XX se fueron a trabajar al país andino dotaron a su pueblo natal, en sucesivas etapas, de fuentes, bolera y escuelas. En 1925 llegaron las carreteras a la pequeña localidad y también gracias a ellos se reformó la vieja capilla y se construyeron nuevas casas, habitadas por quienes lograron regresar.

En la actualidad tan sólo catorce de las viviendas de Suarías están habitadas durante todo el año, un número que aumenta considerablemente durante el verano y otros periodos vacacionales. Unos y otros formaron en 2001 la asociación "El Cantu la Jorma", que ayer les trajo fortuna y alegría.

El colectivo, integrado por 160 personas, fue creado en un principio para construir una bolera y un parque, pero continuó y acumula, a lo largo de más de una década, multitud de actividades que crecen cada año.

En su haber constan cuatro campeonatos de España de bolo palma, varios memoriales del mismo deporte, la creación de una escuela de tonada y otra de baile y cantares tradicionales, un homenaje popular cada año y a primeros de este mes organizaron la carrera de montaña "Blincapeñas", con gran éxito de público.

Suarías y su flamante asociación han sonado, además, por sus tres candidaturas al premio Pueblo Ejemplar de Asturias, que convoca la Fundación Príncipe de Asturias.

El origen del nombre "El Cantu la Jorma" está en una piedra en la que se sentaban los ancianos del pueblo a charlar y que estaba en el barrio de la Jorma. Sea cual sea la trayectoria de la asociación a partir de ahora sin duda tiene ya su hueco en los anales de la historia local como el colectivo que hizo llover los millones.

"En 2014 celebraremos un buen San Antonio, que miró para los suyos", augura la Alcaldesa

En Suarías están convencidos de la intervención de San Antonio para que el cuarto premio de la lotería de Navidad cayera en el pueblo a través de la asociación "El Cantu la Jorma". Tanto es así que ya están pensando en la celebración del próximo año, el segundo fin de semana de junio. "Haremos un buen San Antonio", explicó María Isabel Noriega, la alcaldesa pedánea. Los vecinos llevaban unos años metiendo "tijeretazos" al presupuesto de la celebración por culpa de la sempiterna crisis económica, aunque aseguran que, aun así, la fiesta se organiza "muy bien". La comisión de fiestas no tendrá problemas de financiación para los próximos festejos, con unos integrantes y vecinos que, si no millonarios, al menos sí "cómodos" económicamente por un tiempo. Noriega tiene mucha fe y cree que el santo les ayudó "mucho". "Miró para su pueblo que tenía muchas faltas", añadió.